22/11/2016, 17:13
—Coincido —sentenció, aunque añadió un gracioso paréntesis en su intervención —.
Jin estuvo de acuerdo conmigo sobre las apasionantes muertes que podía causar un verdadero maestro de la espada, todo era posible con una imaginación despierta. Pero la muerte más fascinante, y más grotesca era que le cortaran a uno la cabeza de cuajo. Sangre por todas partes, y algún que otro infeliz correteando sin cabeza por unos instantes.
Maldita imaginación...
Aunque viéndolo de esa manera, Jin dudaba que eso tuviera algo de digno, quizás tuviera razón después de todo. Eso sí, digno de ver si que debería ser, pero mejor con el estómago vacío.
aunque no sé de que nos sirve morir dignamente si igual no estaremos más en éste mundo —Jin sonrió.
-Supongo que eso satisface a los familiares que deja uno atrás. Aunque claro, yo paso de morir, mi intención es sobrepasar los mil años... Sonreí ante tal ocurrencia sin sentido...¿O quizás no? Quien sabe...
El shinobi de la Espiral aceptó de buena gana a acompañarme para reunirme con "mi compañero". Algo me decía que le picó un poco la curiosidad y, la verdad del asunto, fue que habernos conocido hizo que la visita al museo se tornara si cabe más entretenida.
Cuando finalmente nos reunimos con mi otro compañero que resultó ser en realidad mi otro "yo" no pude evitar fijarme en la reacción de Jin. Debía reconocer que no estaba acostumbrado a las reacciones que provocaba el utilizar clones sobre otras personas y era algo que me parecía la mar de divertido, pero tampoco es que fuera nada del otro mundo, pero yo me entretenía con poca cosa...afortunadamente.
—Me temo que las suposiciones no han sido acertadas hoy para ninguno de los dos —comentó, respondiendo sutilmente a la reverencia del "segundo" Yoshimitsu —. así que me atrevo a decir que se trata de una especie de clon, y no de un hermano gemelo. Porque, si fuera así... no creo que vuestros padres os llamaran igual, ¿no es cierto?
Como era obvio mi nuevo amigo de Uzushio se dio cuenta en el acto de la estratagema, no esperaba menos de él, pues era evidente a pesar de todo. Ambos sonreímos al escuchar su deducción.
-[Yoshimitsu(1)] ¡En efecto!
-[Yoshimitsu(2)] ¡En efecto!
Dijimos al unísono. Pero inmediatamente después, nuestro nuevo compañero de museo, quiso quitar hierro al asunto restando importancia a su más que acertado argumento.
—Lo siento, no he querido sonar sabelotodo ni nada por el estilo. Mi padre siempre dice que debo pensar como un shinobi, por eso he dicho lo único que se me ocurre para explicar tu triunfal aparición, Yoshimitsu número dos —se rascó la cabeza y volvió a soltar una carcajada.
-[Yoshimitsu(2)]No te preocupes... Quedó dubitativo
-[Yoshimitsu(1)]Se llama Jin. Aclaré a mi clon
-[Yoshimitsu(2)]Eso, eso..., no te preocupes Jin, haces bien en hacer caso a tu padre. Solo estoy aquí para acelerar los estudios y entrenamientos a Yoshimitsu, dentro de mis posibilidades claro está. Aseguró sin reservas.
-[Yoshimitsu(1)]Yo por mi parte, aprovecho para acostumbrarme a tener clones, pues requieren más concentración de lo que parece...Es como un doble entrenamiento. Añadí para aclarar todavía más el por qué usaba clones tan a la ligera.
Como era normal, más de un visitante del museo quedaba extrañado ante tal espejismo, pero todo transcurría con normalidad y tranquilidad. Pues la presencia de shinobis en aquel lugar público, hacía que los visitantes se sintieran más seguros de lo que era habitual en un lugar vigilado como este. Por lo menos en esta etapa transitoria de "paz".
-[Yoshimitsu(1)]Tengo que recuperar el tiempo perdido...digamos que me tomé muy a la ligera mis entrenamientos durante casi un año y los recientes acontecimientos que he vivido, me han hecho darme cuenta de que... debo ponerme al día... lo antes posible si puede ser. Afirmé un poco incomodo, más bien abochornado.
-[Yoshimitsu(1)]A fin de cuentas, rectificar es de sabios ¿Verdad?. Dije sonriente, tratando de motivarme a mi mismo.
Jin estuvo de acuerdo conmigo sobre las apasionantes muertes que podía causar un verdadero maestro de la espada, todo era posible con una imaginación despierta. Pero la muerte más fascinante, y más grotesca era que le cortaran a uno la cabeza de cuajo. Sangre por todas partes, y algún que otro infeliz correteando sin cabeza por unos instantes.
Maldita imaginación...
Aunque viéndolo de esa manera, Jin dudaba que eso tuviera algo de digno, quizás tuviera razón después de todo. Eso sí, digno de ver si que debería ser, pero mejor con el estómago vacío.
aunque no sé de que nos sirve morir dignamente si igual no estaremos más en éste mundo —Jin sonrió.
-Supongo que eso satisface a los familiares que deja uno atrás. Aunque claro, yo paso de morir, mi intención es sobrepasar los mil años... Sonreí ante tal ocurrencia sin sentido...¿O quizás no? Quien sabe...
El shinobi de la Espiral aceptó de buena gana a acompañarme para reunirme con "mi compañero". Algo me decía que le picó un poco la curiosidad y, la verdad del asunto, fue que habernos conocido hizo que la visita al museo se tornara si cabe más entretenida.
Cuando finalmente nos reunimos con mi otro compañero que resultó ser en realidad mi otro "yo" no pude evitar fijarme en la reacción de Jin. Debía reconocer que no estaba acostumbrado a las reacciones que provocaba el utilizar clones sobre otras personas y era algo que me parecía la mar de divertido, pero tampoco es que fuera nada del otro mundo, pero yo me entretenía con poca cosa...afortunadamente.
—Me temo que las suposiciones no han sido acertadas hoy para ninguno de los dos —comentó, respondiendo sutilmente a la reverencia del "segundo" Yoshimitsu —. así que me atrevo a decir que se trata de una especie de clon, y no de un hermano gemelo. Porque, si fuera así... no creo que vuestros padres os llamaran igual, ¿no es cierto?
Como era obvio mi nuevo amigo de Uzushio se dio cuenta en el acto de la estratagema, no esperaba menos de él, pues era evidente a pesar de todo. Ambos sonreímos al escuchar su deducción.
-[Yoshimitsu(1)] ¡En efecto!
-[Yoshimitsu(2)] ¡En efecto!
Dijimos al unísono. Pero inmediatamente después, nuestro nuevo compañero de museo, quiso quitar hierro al asunto restando importancia a su más que acertado argumento.
—Lo siento, no he querido sonar sabelotodo ni nada por el estilo. Mi padre siempre dice que debo pensar como un shinobi, por eso he dicho lo único que se me ocurre para explicar tu triunfal aparición, Yoshimitsu número dos —se rascó la cabeza y volvió a soltar una carcajada.
-[Yoshimitsu(2)]No te preocupes... Quedó dubitativo
-[Yoshimitsu(1)]Se llama Jin. Aclaré a mi clon
-[Yoshimitsu(2)]Eso, eso..., no te preocupes Jin, haces bien en hacer caso a tu padre. Solo estoy aquí para acelerar los estudios y entrenamientos a Yoshimitsu, dentro de mis posibilidades claro está. Aseguró sin reservas.
-[Yoshimitsu(1)]Yo por mi parte, aprovecho para acostumbrarme a tener clones, pues requieren más concentración de lo que parece...Es como un doble entrenamiento. Añadí para aclarar todavía más el por qué usaba clones tan a la ligera.
Como era normal, más de un visitante del museo quedaba extrañado ante tal espejismo, pero todo transcurría con normalidad y tranquilidad. Pues la presencia de shinobis en aquel lugar público, hacía que los visitantes se sintieran más seguros de lo que era habitual en un lugar vigilado como este. Por lo menos en esta etapa transitoria de "paz".
-[Yoshimitsu(1)]Tengo que recuperar el tiempo perdido...digamos que me tomé muy a la ligera mis entrenamientos durante casi un año y los recientes acontecimientos que he vivido, me han hecho darme cuenta de que... debo ponerme al día... lo antes posible si puede ser. Afirmé un poco incomodo, más bien abochornado.
-[Yoshimitsu(1)]A fin de cuentas, rectificar es de sabios ¿Verdad?. Dije sonriente, tratando de motivarme a mi mismo.