El Takanashi pateó una piedra, pero esta lejos de causar un sonido al rebotar simplemente se prendió de un poco de tela que había en la caverna.
"¿Pero que tanto me quiere joder el karma que ni eso me deja hacer?"
Mientras avanzaba las lucecillas verdes disminuían, dejando paso al tenebroso negro y al silencio. Si seguía así no iba a poder ver nada, y tampoco era como si tuviera algo a mano para armar una antorcha o similar. La telaraña ya había mostrado ser inflamable, pero no disponía de nada para poder recogerla. Se llevó las manos a la cabeza y se despeinó violentamente, estresado pues no se le ocurría ninguna solución. Debía concentrarse y pensar en algo para salir de ahí, pero al hacerlo lo único que lograba era querer destrozar algo.
"A ver maldita sea. Cuando despertamos ya estábamos en la guarida de la araña, no había ningún rastro de luz de la parte de arriba del acantilado. Eso significa que nos movimos de nuestra posición original al caer, probablemente nos arrastró para comernos luego. Entonces por algún lado debe haber una entrada, la luz verde solo alumbra en la guarida, así que por el camino que no hay brillo debería llegar a algún pasadizo que de al exterior. Pero sin luz no voy a ver una puta mierda, odio mi vida"
Se quedó parado y dubitativo mientras hacia ademanes al tratar de tomar una decisión. No había quién le aconsejara, pero aunque lo hubiera él probablemente no escucharía.
"No me queda de otra, tendré que ir a ciegas"
Aquella era quizás la peor idea que se le había ocurrido, pero era lo único que se le venía a la mente. Así, avanzó hasta donde las partículas verdes ya no llegaban. Se pegó al muro, tanteando la superficie de las paredes pero en un momento dado terminó tropezando y por consiguiente cayéndose.
—¡AAAHHHGRRR!— Gritó no de dolor sino de enojo, haciendo eco por el lugar.
Se levantó haciendo berrinche como niño caprichoso porque las cosas no le salen como quiere, su percepción no era para nada destacable, así que o ponía mas cuidado al caminar o se lo iba a llevar la chingada.
"Apuesto a que Kazuma con todo y esto seguiría con su cara de piedra."
"¿Pero que tanto me quiere joder el karma que ni eso me deja hacer?"
Mientras avanzaba las lucecillas verdes disminuían, dejando paso al tenebroso negro y al silencio. Si seguía así no iba a poder ver nada, y tampoco era como si tuviera algo a mano para armar una antorcha o similar. La telaraña ya había mostrado ser inflamable, pero no disponía de nada para poder recogerla. Se llevó las manos a la cabeza y se despeinó violentamente, estresado pues no se le ocurría ninguna solución. Debía concentrarse y pensar en algo para salir de ahí, pero al hacerlo lo único que lograba era querer destrozar algo.
"A ver maldita sea. Cuando despertamos ya estábamos en la guarida de la araña, no había ningún rastro de luz de la parte de arriba del acantilado. Eso significa que nos movimos de nuestra posición original al caer, probablemente nos arrastró para comernos luego. Entonces por algún lado debe haber una entrada, la luz verde solo alumbra en la guarida, así que por el camino que no hay brillo debería llegar a algún pasadizo que de al exterior. Pero sin luz no voy a ver una puta mierda, odio mi vida"
Se quedó parado y dubitativo mientras hacia ademanes al tratar de tomar una decisión. No había quién le aconsejara, pero aunque lo hubiera él probablemente no escucharía.
"No me queda de otra, tendré que ir a ciegas"
Aquella era quizás la peor idea que se le había ocurrido, pero era lo único que se le venía a la mente. Así, avanzó hasta donde las partículas verdes ya no llegaban. Se pegó al muro, tanteando la superficie de las paredes pero en un momento dado terminó tropezando y por consiguiente cayéndose.
—¡AAAHHHGRRR!— Gritó no de dolor sino de enojo, haciendo eco por el lugar.
Se levantó haciendo berrinche como niño caprichoso porque las cosas no le salen como quiere, su percepción no era para nada destacable, así que o ponía mas cuidado al caminar o se lo iba a llevar la chingada.
"Apuesto a que Kazuma con todo y esto seguiría con su cara de piedra."