24/11/2016, 19:42
Los teóricos guardaespaldas del Hyuuga tras una ligera señal de este se retiraron sin siquiera soltar una mínima palabra, no era que le molestara la presencia de ellos pero a veces llegaba a ser incómodo tener una charla con alguien y que otras personas te estuviesen observando, o en el caso de que él se sintiese ofendido los otros dos podrían darse el lujo de actuar de una forma un tanto precipitada que en ese caso, si sería fastidioso además de peligroso, al menos para ella.
—No se preocupe, no es que me parezca correcto burlarse de los que sí perdieron a alguien pero tampoco creo que sea adecuado llorar las pérdidas de todos. —Respondió la kunoichi ante aquellas disculpas de parte del contrario, aunque su mirada estaba centrada en el monolito y su ceño se había fruncido ligeramente. —¿Imagina lo que sería vivir así? Llorando por cada persona que muere…
Podrá sonar fría y hasta cierto punto mal, pero Noemi estaba más que convencida de que no tenían por qué hacer tal cosa, es decir, sensibilizarse con aquellos cercanos que perdieron a alguien a quien querían está bien, pero no hacerlo con absolutamente todas las personas de la faz del mundo o uno no terminaría de llorar nunca. Además, ¿quién disfruta de la vida de esa forma? Nadie.
Pronto la mirada de la Senju volvería a su interlocutor, quien trataba de solventar su previo comentario que poco le había importado a ella.
—No, fui la única de entre mis conocidos que asistió al torneo así que… Todos se salvaron. —Soltó con sinceridad en lo que alzaba la zurda para rascarse ligeramente la nuca, casi se la veía incómoda. Pero eso duraría un breve instante antes de que se volviera a centrar en el peliverde simplemente para consultar. —Imagino que usted no asistió, ¿verdad?
—No se preocupe, no es que me parezca correcto burlarse de los que sí perdieron a alguien pero tampoco creo que sea adecuado llorar las pérdidas de todos. —Respondió la kunoichi ante aquellas disculpas de parte del contrario, aunque su mirada estaba centrada en el monolito y su ceño se había fruncido ligeramente. —¿Imagina lo que sería vivir así? Llorando por cada persona que muere…
Podrá sonar fría y hasta cierto punto mal, pero Noemi estaba más que convencida de que no tenían por qué hacer tal cosa, es decir, sensibilizarse con aquellos cercanos que perdieron a alguien a quien querían está bien, pero no hacerlo con absolutamente todas las personas de la faz del mundo o uno no terminaría de llorar nunca. Además, ¿quién disfruta de la vida de esa forma? Nadie.
Pronto la mirada de la Senju volvería a su interlocutor, quien trataba de solventar su previo comentario que poco le había importado a ella.
—No, fui la única de entre mis conocidos que asistió al torneo así que… Todos se salvaron. —Soltó con sinceridad en lo que alzaba la zurda para rascarse ligeramente la nuca, casi se la veía incómoda. Pero eso duraría un breve instante antes de que se volviera a centrar en el peliverde simplemente para consultar. —Imagino que usted no asistió, ¿verdad?