1/06/2015, 11:07
"Hmm...sabía que diría algo así. Que cosas...Al parecer el refrán era cierto, ese que dice que las verdades ofenden" Pensaba sin demasiada preocupación mientras observaba impasible a aquella chica mientras subía la torre.
Desde luego tendría que ser por mi carácter, pero siempre que me topaba con alguien por un motivo u otro, lo ofendía. Y no existía nada que me desagradara más que los mal entendidos, por lo que decidí subir de nuevo para hablar con aquel ángel con malas pulgas para disculparme.
"Que menos que una disculpa"
Subí nuevamente de la misma forma que lo hice la primera vez, pero esta vez tomé la prudencia de mantener la concentración para evitar nuevos tropiezos. Subí prácticamente detrás de aquella chica, que gracias a mi inusual velocidad la pillé infraganti con lo que parecía ser una pastillas en su mano.
-Te pido disculpas por lo de antes, fue algo involuntario. Tienes que entender que no todos los días se ve a alguien como tu. Me sinceré.
"Como sea tan fuerte como preciosa, podría asegurar que estoy delante de la Diosa de la destrucción, sin duda"
Ahora que había logrado apaciguar mis instintos primarios, pude observar que detrás del flequillo de la muchacha, tenía lo que debería ser un hitai-ate, pero no había manera de ver el símbolo de este a causa del pelo.
Desde luego tendría que ser por mi carácter, pero siempre que me topaba con alguien por un motivo u otro, lo ofendía. Y no existía nada que me desagradara más que los mal entendidos, por lo que decidí subir de nuevo para hablar con aquel ángel con malas pulgas para disculparme.
"Que menos que una disculpa"
Subí nuevamente de la misma forma que lo hice la primera vez, pero esta vez tomé la prudencia de mantener la concentración para evitar nuevos tropiezos. Subí prácticamente detrás de aquella chica, que gracias a mi inusual velocidad la pillé infraganti con lo que parecía ser una pastillas en su mano.
-Te pido disculpas por lo de antes, fue algo involuntario. Tienes que entender que no todos los días se ve a alguien como tu. Me sinceré.
"Como sea tan fuerte como preciosa, podría asegurar que estoy delante de la Diosa de la destrucción, sin duda"
Ahora que había logrado apaciguar mis instintos primarios, pude observar que detrás del flequillo de la muchacha, tenía lo que debería ser un hitai-ate, pero no había manera de ver el símbolo de este a causa del pelo.