3/12/2016, 23:11
Escucho el desesperanzado gimoteo de su amigo, y una extraña combinación de humor malicioso y leve culpabilidad le invadió: Por una parte le parecía algo bastante hilarante el ver como antes Tatsuya le quería lejos y ahora parecía aterrado por la idea encontrarse solo. Por otro lado, se imagino estando en el lugar de su compañero: supuso que se encontraría igual de tranquilo que siempre, pero igual se sentiría mal por la sensación de haber sido abandonado debido a que era una carga.
—Aquí estoy, Tatsuya, no tienes que gritar —dijo finalmente, con un tono que evidencia cierto grado de humor—. Tampoco tienes por qué llorar.
Ahora que su compañero estaba despierto podrían comenzar a buscar una salida de aquel sitio. Claro, la locura del Takanashi era algo para tomar en cuenta, pero también era algo sobre lo que no tenían ningún control.
—Parece que has recuperado un poco de fuerza —aseguro mientras se acercaba en medio de la oscuridad—. ¿Cómo te encuentras de… de la cabeza?
Tenía la vaga esperanza de que el desmayo y las horas durmiendo hubiesen servido para aclarar un poco las ideas de aquel problemático pelinegro.
—Aquí estoy, Tatsuya, no tienes que gritar —dijo finalmente, con un tono que evidencia cierto grado de humor—. Tampoco tienes por qué llorar.
Ahora que su compañero estaba despierto podrían comenzar a buscar una salida de aquel sitio. Claro, la locura del Takanashi era algo para tomar en cuenta, pero también era algo sobre lo que no tenían ningún control.
—Parece que has recuperado un poco de fuerza —aseguro mientras se acercaba en medio de la oscuridad—. ¿Cómo te encuentras de… de la cabeza?
Tenía la vaga esperanza de que el desmayo y las horas durmiendo hubiesen servido para aclarar un poco las ideas de aquel problemático pelinegro.