11/12/2016, 17:34
Al escuchar aquellas palabras cargadas de furia, el joven de la espiral supo que el tiempo que su compañero permaneció inconsciente le había servido de poco para ayudarle a manejar el caos emocional y mental que le estaba amargando. Encontrándose un tanto decepcionado, retiro las amarraduras que mantenían inmovilizado al Takanashi.
—Lamento haberte atado de pies y manos, pero quería evitar que volvieras a hacer una locura —dijo, refiriéndose al jutsu que casi lo había golpeado—. Como podrás notar, desde la parte de arriba hay una fuerte corriente de aire cargada con polvo del desierto, y también hay una gran cantidad de murciélagos. Es decir, debe haber una salida cerca de aquí.
Esperaba que aquella noticia consiguiera aplacar el mal ánimo que dominaba al nativo de la cascada. Sin embargo, noto que esa buena verdad no lograba disipar la inquietud que tenía en el pecho. Sabía que no debería haber problemas en escalar hasta escapar de las oscuras fauces que les mantenían atrapados, aunque su condición de agotamiento les obligará a hacer un gran esfuerzo. Pero su preocupación era el estado de Tatsuya: Un error o un simple ataque de locura le mataría, en el peor de los caso a ambos. Sabía que tenía que buscar una forma de ayudar a su compañero, para que este pudiese ayudarle a él.
—¡Tatsuya! —exclamó de repente—, más o menos entiendo la condición en la que te encuentras… Sé que estás así porque no tienes contigo tu preciada arma. La cuestión es… —se quedó en silencio por unos instantes, y cuando habló su voz se notó un tanto incómoda y tensa—. ¿Te ayudaría si tuvieras algún otro tipo de espada o sable contigo? ¿Crees que eso lograría despejar tu mente del estrés que la domina?
—Lamento haberte atado de pies y manos, pero quería evitar que volvieras a hacer una locura —dijo, refiriéndose al jutsu que casi lo había golpeado—. Como podrás notar, desde la parte de arriba hay una fuerte corriente de aire cargada con polvo del desierto, y también hay una gran cantidad de murciélagos. Es decir, debe haber una salida cerca de aquí.
Esperaba que aquella noticia consiguiera aplacar el mal ánimo que dominaba al nativo de la cascada. Sin embargo, noto que esa buena verdad no lograba disipar la inquietud que tenía en el pecho. Sabía que no debería haber problemas en escalar hasta escapar de las oscuras fauces que les mantenían atrapados, aunque su condición de agotamiento les obligará a hacer un gran esfuerzo. Pero su preocupación era el estado de Tatsuya: Un error o un simple ataque de locura le mataría, en el peor de los caso a ambos. Sabía que tenía que buscar una forma de ayudar a su compañero, para que este pudiese ayudarle a él.
—¡Tatsuya! —exclamó de repente—, más o menos entiendo la condición en la que te encuentras… Sé que estás así porque no tienes contigo tu preciada arma. La cuestión es… —se quedó en silencio por unos instantes, y cuando habló su voz se notó un tanto incómoda y tensa—. ¿Te ayudaría si tuvieras algún otro tipo de espada o sable contigo? ¿Crees que eso lograría despejar tu mente del estrés que la domina?