17/12/2016, 22:16
Pese a la amenaza de la chica, el orangután símil a una estatua del susodicho animal pasó del tema. No tuvo otra genial idea mas alejada que dar un nuevo golpe de chulería, presumiendo de nuevo de su confianza. Pero la chica no demoró demasiado en mandar a la mierda las formalidades. En un abrir y cerrar de ojos lanzó una llamarada, la mas potente de su clan. Las ideas no eran darle segundas oportunidades, o dejarle huir de buenas... Ni hablar, había roto su botella.
La andanada de fuego y furia arrasó con todo a su paso, envolviendo en llamas todo a su camino. Hasta la misma humedad del aire dejó un socavón de tibia neblina, y que terminó dando lugar a un enorme cráter. El hombre, en un último intento por evadir el daño, elevó una gigantesca pared de roca. Ni tan siquiera tuvo que realizar sellos, lo cuál no dejaba de sorprender en tan tremendo masa de músculo sin cerebro. La verdad, no había opción alguna a que se tratase de un simple genin retirado, sus habilidades físicas y del elemento dotón eran dignas de como mínimo un chunin en retiro. Para su sorpresa, y desagrado, ni tan siquiera la pared de roca y su armadura pudieron desviar por completo la tempestad de fuego. Su pared quedó hecha añicos, al igual que su preciada armadura.
De pronto, su ira no se vio mas que engrandecida. Estalló en gritos, de nuevo, y deshizo del todo la armadura que bien le protegió del daño. Sin titubeo alguno, comenzó una carrera atroz dirección a la kunoichi de Amegakure, a grito pelado obviamente. Entre vaivenes, la chica quiso alzar la guardia para afrontar la embestida, pero ni en sueños hubiese pensado que esa masa de grasa y músculos pudiese correr tantísimo. Con las mismas, alzó vuelo y se dispuso a golpear con la planta del pie a la chica en pleno rostro.
—Aaaahhg! —Un gemido de dolor surgió de lo mas profundo de su ser, sacando gran parte de su embriaguez a la vez que la transportaba al dulce y brusco mundo del dolor. Su cuerpo salió despedido unos cuantos metros, pareciendo que el hombre golpeaba una bola de fuego y ésta salía despedida. Rebotó unas cuantas veces con el suelo, y terminó creando un ligero socavón de fuego y arenisca, entre hierba y quizás un poco de agua.
Por unos instantes, la chica permaneció quieta, meditando qué diantres estaba pasando. Acababa de recibir una violenta y brutal patada en plena jeta, no era para menos.
—D-dios... que golpe... —Se quejó mientras llevaba ambas manos a cubrir su cara.
Pero no había tiempo para quejarse o convalecerse, estaba en mitad de una refriega. Arraigó fuerzas, y se estabilizó un poco sentándose antes de levantarse. Su cuerpo comenzó de nuevo a levitar poco a poco, acto del calor elevando su ligero cuerpo. Tras apenas un segundo, su cabellera alzó el vuelo a modo de remolinos violentos de llamas, parecía Hades enfadado. Sin mas, y con los puños bien apretados, terminó de levantarse.
—A una princesa no se le golpea, pedazo de cacho de trozo de cerdo en miniatura! —Acompaño en amenaza junto a su fuego.
De pronto, tomó una guardia que no demostraba para nada aptitud en Taiutsu, pero que sin duda era legítima de expertos en el uso del ninjutsu. Ambas manos quedaban a la misma altura, las piernas flexionadas dando frente al oponente, y su mirada hincada en éste para no perderlo de vista. Poco a poco sus puños comenzaron a arder con mas fuerza, así como lo hacía su cabellera, sus hombros comenzaron a igualar el proceso, y la mayor parte de las llamas que blandía se agitaban estrepitosamente. El área ígnea de la chica casi parecía físico, puro fuego acumulándose para una poderosa e inminente descarga.
Vida–
Chakra–
—Objetos:
* Ninguna AO *
La andanada de fuego y furia arrasó con todo a su paso, envolviendo en llamas todo a su camino. Hasta la misma humedad del aire dejó un socavón de tibia neblina, y que terminó dando lugar a un enorme cráter. El hombre, en un último intento por evadir el daño, elevó una gigantesca pared de roca. Ni tan siquiera tuvo que realizar sellos, lo cuál no dejaba de sorprender en tan tremendo masa de músculo sin cerebro. La verdad, no había opción alguna a que se tratase de un simple genin retirado, sus habilidades físicas y del elemento dotón eran dignas de como mínimo un chunin en retiro. Para su sorpresa, y desagrado, ni tan siquiera la pared de roca y su armadura pudieron desviar por completo la tempestad de fuego. Su pared quedó hecha añicos, al igual que su preciada armadura.
De pronto, su ira no se vio mas que engrandecida. Estalló en gritos, de nuevo, y deshizo del todo la armadura que bien le protegió del daño. Sin titubeo alguno, comenzó una carrera atroz dirección a la kunoichi de Amegakure, a grito pelado obviamente. Entre vaivenes, la chica quiso alzar la guardia para afrontar la embestida, pero ni en sueños hubiese pensado que esa masa de grasa y músculos pudiese correr tantísimo. Con las mismas, alzó vuelo y se dispuso a golpear con la planta del pie a la chica en pleno rostro.
—Aaaahhg! —Un gemido de dolor surgió de lo mas profundo de su ser, sacando gran parte de su embriaguez a la vez que la transportaba al dulce y brusco mundo del dolor. Su cuerpo salió despedido unos cuantos metros, pareciendo que el hombre golpeaba una bola de fuego y ésta salía despedida. Rebotó unas cuantas veces con el suelo, y terminó creando un ligero socavón de fuego y arenisca, entre hierba y quizás un poco de agua.
Por unos instantes, la chica permaneció quieta, meditando qué diantres estaba pasando. Acababa de recibir una violenta y brutal patada en plena jeta, no era para menos.
—D-dios... que golpe... —Se quejó mientras llevaba ambas manos a cubrir su cara.
Pero no había tiempo para quejarse o convalecerse, estaba en mitad de una refriega. Arraigó fuerzas, y se estabilizó un poco sentándose antes de levantarse. Su cuerpo comenzó de nuevo a levitar poco a poco, acto del calor elevando su ligero cuerpo. Tras apenas un segundo, su cabellera alzó el vuelo a modo de remolinos violentos de llamas, parecía Hades enfadado. Sin mas, y con los puños bien apretados, terminó de levantarse.
—A una princesa no se le golpea, pedazo de cacho de trozo de cerdo en miniatura! —Acompaño en amenaza junto a su fuego.
De pronto, tomó una guardia que no demostraba para nada aptitud en Taiutsu, pero que sin duda era legítima de expertos en el uso del ninjutsu. Ambas manos quedaban a la misma altura, las piernas flexionadas dando frente al oponente, y su mirada hincada en éste para no perderlo de vista. Poco a poco sus puños comenzaron a arder con mas fuerza, así como lo hacía su cabellera, sus hombros comenzaron a igualar el proceso, y la mayor parte de las llamas que blandía se agitaban estrepitosamente. El área ígnea de la chica casi parecía físico, puro fuego acumulándose para una poderosa e inminente descarga.
Estado de Katomi
Vida
90/130
-40
–Chakra
105/170
+10
–—Objetos:
- Bandana ninja [Cintura]
- Portaobjetos básico (4/10) [Muslo derecho]
- Kunai (2) [Portaobjetos]
- Makibono (2) [Portaobjetos]
* Ninguna AO *