23/12/2016, 01:17
(Última modificación: 24/12/2016, 12:59 por Eikyuu Juro.)
Juro observó su actitud reflexiva. No era broma. Realmente no tenía ni idea de donde se encontraban. Juro sonrió, nerviosamente.
- Mmm, digamos que sí. Estaba buscando un lugar llamado “Ciudad del Herrero”, - le dijo, mientras recortaba distancia entre ellos - ¿No sabrás cómo llegar, verdad?
Sintió el impulso claro de escapar y retroceder. Pero eso no era propio de una persona normal y corriente. Ese chico no parecía ningún peligro. Y no era la primera vez que se encontraba con ninjas de otras aldeas. No debería tener nada que temer ante eso. No era un niño.
"Pero ahora estas solo..." – le susurró la voz de su cabeza, recordandole que Katsue hoy no estaba con él.
– ¿La ciudad del herrero? – río, nerviosamente. Al menos contuvo el impulso de retroceder, aunque deseo que él no se acercase más –. La verdad es que no tengo ni idea. La orientación no es mi fuerte. Y justamente no tengo ningún mapa encima..., ya me perdonaras.
Trató de excusarse, sintiéndose realmente incomodo. ¡Demonios, él no tenía la culpa! ¡No tenía que disculparse ante nadie!. Trató de erguir su escuálida figura, con una mirada más decidida.
– ¿No sabes ningún otro sitio que este cerca? Una ubicación, o algún sitio cercano: algún monte, ciudad, monumento... Esta en el País de la Tormenta, ¿No? – preguntó, pensativo –. No he visto a nadie por aquí, pero quizá pudiéramos encontrar a alguien que lo supiera...
Sinceramente, con una señalización tan pobre, hasta buscar una aguja en un pajar sería más sencillo. Al menos sabías que aspecto tenía la aguja. Y donde estaba el pajar.
Por alguna razón, se sentía responsable de no saber el lugar. Sin darse cuenta, se había involucrado en la búsqueda.
- Mmm, digamos que sí. Estaba buscando un lugar llamado “Ciudad del Herrero”, - le dijo, mientras recortaba distancia entre ellos - ¿No sabrás cómo llegar, verdad?
Sintió el impulso claro de escapar y retroceder. Pero eso no era propio de una persona normal y corriente. Ese chico no parecía ningún peligro. Y no era la primera vez que se encontraba con ninjas de otras aldeas. No debería tener nada que temer ante eso. No era un niño.
"Pero ahora estas solo..." – le susurró la voz de su cabeza, recordandole que Katsue hoy no estaba con él.
– ¿La ciudad del herrero? – río, nerviosamente. Al menos contuvo el impulso de retroceder, aunque deseo que él no se acercase más –. La verdad es que no tengo ni idea. La orientación no es mi fuerte. Y justamente no tengo ningún mapa encima..., ya me perdonaras.
Trató de excusarse, sintiéndose realmente incomodo. ¡Demonios, él no tenía la culpa! ¡No tenía que disculparse ante nadie!. Trató de erguir su escuálida figura, con una mirada más decidida.
– ¿No sabes ningún otro sitio que este cerca? Una ubicación, o algún sitio cercano: algún monte, ciudad, monumento... Esta en el País de la Tormenta, ¿No? – preguntó, pensativo –. No he visto a nadie por aquí, pero quizá pudiéramos encontrar a alguien que lo supiera...
Sinceramente, con una señalización tan pobre, hasta buscar una aguja en un pajar sería más sencillo. Al menos sabías que aspecto tenía la aguja. Y donde estaba el pajar.
Por alguna razón, se sentía responsable de no saber el lugar. Sin darse cuenta, se había involucrado en la búsqueda.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60