—Kkk— Ladeó la cabeza para ambos lados —Hahh, supongo que tendremos que esperar a que pase entonces.
"Joder, no se cómo le hace"
Se refería a cómo su compañero siempre encuentra algún pero o un punto negativo a la situación para bajarle los ánimos. Al menos ya se encontraba un poco más relajado, pero a su vez no podía estarse quieto, tenía la necesidad de estar en movimiento. Se levantó y se decidió a registrar las cajas y demás objetos que ahí se encontraban. Había platos rotos, ropa polvorienta y algún otro artilugio que al tacto no podía saber que era exactamente. Pronto encontró algo parecido aun envase de vidrio bastante grande, con un agarrador y un liquido adentro.
—Oeh, encontré un quinqué, si conseguimos algo con que prenderlo podemos alumbrarnos— Aseveró.
Tenía la voz algo seca, de hecho sentía como sus labios estaban ya rajados por la falta de agua. En cuanto a chakra, tampoco es que estuviera mejor, ni siquiera el mismo sabía como era que había aguantado tanto. Afuera, las arenas seguían arremetiendo con violencia, pero la calma del refugio tampoco le confortaba, principalmente porque aún tenía una espinita, algo en su corazoncito no le dejaba estar en paz.
—Kazuma-san...— En ese momento un viejo instinto le hizo apretar la empuñadura de la espada que le había dado el Ishimura, pero luego la solto lentamente —...Bah, no es nada.
Se fue a sentar de nuevo a los cajones mientras daba un largo suspiro.
"Joder, no se cómo le hace"
Se refería a cómo su compañero siempre encuentra algún pero o un punto negativo a la situación para bajarle los ánimos. Al menos ya se encontraba un poco más relajado, pero a su vez no podía estarse quieto, tenía la necesidad de estar en movimiento. Se levantó y se decidió a registrar las cajas y demás objetos que ahí se encontraban. Había platos rotos, ropa polvorienta y algún otro artilugio que al tacto no podía saber que era exactamente. Pronto encontró algo parecido aun envase de vidrio bastante grande, con un agarrador y un liquido adentro.
—Oeh, encontré un quinqué, si conseguimos algo con que prenderlo podemos alumbrarnos— Aseveró.
Tenía la voz algo seca, de hecho sentía como sus labios estaban ya rajados por la falta de agua. En cuanto a chakra, tampoco es que estuviera mejor, ni siquiera el mismo sabía como era que había aguantado tanto. Afuera, las arenas seguían arremetiendo con violencia, pero la calma del refugio tampoco le confortaba, principalmente porque aún tenía una espinita, algo en su corazoncito no le dejaba estar en paz.
—Kazuma-san...— En ese momento un viejo instinto le hizo apretar la empuñadura de la espada que le había dado el Ishimura, pero luego la solto lentamente —...Bah, no es nada.
Se fue a sentar de nuevo a los cajones mientras daba un largo suspiro.