3/01/2017, 16:59
Ambos shinobis comenzaron a avanzar raudos y veloces. Si supieran hacia donde iban, ya habría sido perfecto.
- Debemos encontrar los raíles de las vías del tren. No sé dónde está la ciudad, pero la red ferroviaria del continente conecta todos los puntos comerciales importantes de los diferentes países. Si mi intuición es cierta, debe haber algún tren que pase por ahí, si lo conseguimos encontrar… Si lo conseguimos encontrar puede que lleguemos a tiempo.
– Muy bien. No he viajado mucho por aquí desde que se pusieron, así que me limitare a seguirte, de momento. Un tren debería ser sencillo de oir y de ver.
Esquivó una rama, directa hacia su cabeza. Eso era lo peor de todo. Él y los arboles no solían llevarse bien. Aún recordaba cierto episodio donde una rama traicionera se había colado donde no debía y le había robado la bufanda.
– ¿Y qué clase de artículos son? ¿Armas, metales, o algo así? – preguntó su compañero continuando la conversación –. Si se puede preguntar, claro esta.
- Sinceramente, no sé con exactitud qué tipo de artilugios son.
Juro no pudo evitar fruncir el ceño, aunque con la oscuridad difícilmente se podría apreciar. ¿Tanta preocupación y tanta prisa por esos artículos y si ni quiera sabía que eran? Jesús. o le estaba mintiendo o era un chico muy extraño. La extrañeza siempre afianzaba la desconfianza. Sacudió la cabeza. Eso a él ni le iba ni le venía. No le contestó, se mantuvo concentrado en correr.
Sin embargo, su tarea se vio truncada por una trampa del destino, en forma de división de caminos. Un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una encrucijada.
- Mmm, no sé muy bien por dónde tirar… - Espetó con el aullador viento de la noche resoplando.
– Yo tampoco – admitió Juro, encogiéndose de hombros –. Lo lógico sería pensar que el camino del centro lleva al corazón del bosque, y los laterales lo rodearían. Pero quizá el del centro fuese más directo.
Reflexionó durante unos segundos, escudriñando la vista. No había nada que le diese una ligera pista de lo que hacer.
– Si hay alguna señal, difícilmente la veremos. No es que quiera remarcar mi inutilidad en este aspecto, pero como ya te he dicho, no suelo venir aquí, y menos de noche. Cualquier cosa que dijese sería solo una probabilidad. – se lamentó. Después, miró a Ryuujin, directamente a los ojos, aunque no le viese bien –. Creo que tendremos que apostar por esa intuición tuya.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60