6/01/2017, 05:09
—Aunque pensaba buscarle más tarde.
Ah, ¿sí?
La poblada ceja de Yubiwa se alzó, a la vez que el pulso de Datsue se aceleraba ante semejante revelación, mientras notaba los orbes de color esmeralda de Noemi clavados en los suyos propios. Tenía que admitir que la kunoichi se veía increíble. Lejos de sentirse decepcionado por no estar a la altura de unos recuerdos a menudo idealizados, Noemi estaba más guapa que nunca. Aquello tan solo hizo que se preguntase, como un estúpido, por qué no había ido él a verla en todo aquel tiempo. De forma abrupta, y como respuesta a aquella pregunta, la imagen de él entregándole una flor en pleno Torneo a Ayame se materializó en su mente. Aquello había sido una de las cagadas más grandes de su vida, en más de un sentido.
Y todo por culpa de Kazuma.
Pero, a pesar de su mala pata, había conseguido librarse de convertirse en jinchuriki. No sin la ayuda de Ayame, bien era cierto. Y esta vez, con la ayuda de un Yubiwa imaginario, quizá pudiese dar ese empujoncito necesario para reprender el camino de la reconciliación.
—Veréis, creo que últimamente le estoy sometiendo a demasiada presión… El pobre no ha parado de hacer misiones de rango C en los últimos meses, y en un par de días tiene una misión de rango B muy importante para la Aldea… Pero le veo alicaído y triste, y eso no es bueno. —Su mirada, por unos momentos perdida en el cielo embotado de la fría mañana, se fijó de pronto en ambas kunoichis, y se golpeó la palma de la mano con la base del puño como si de pronto hubiese tenido una idea—. ¡Ya sé! Has dicho que ibas a buscarle, ¿verdad?¿Por qué no aprovechas para ayudarle a despejarse un poco? Es más, ¡será vuestra misión del día de hoy! —exclamó, sonriente, el supuesto Kage—. ¡Tenéis que hacerle el shinobi más feliz del mundo! Al menos… durante un día. No hace falta que vengáis a reportar el resultado de vuestra misión, con verle la cara cuando venga a por el pergamino de su misión de rango B lo sabré… Además, por mucho que tengáis éxito, no podré daros recompensa económica alguna. Eso tan solo conseguiría levantar envidias por parte de otros ninjas, que querrían el mismo trato, y no queremos eso, ¿verdad? Es más: esta será una misión ultrasecreta. Ni siquiera el propio Datsue podrá saberlo, ¿entendido? —Datsue no les dio mucho tiempo para responder—. Bien, ¿alguna duda?
Ah, ¿sí?
La poblada ceja de Yubiwa se alzó, a la vez que el pulso de Datsue se aceleraba ante semejante revelación, mientras notaba los orbes de color esmeralda de Noemi clavados en los suyos propios. Tenía que admitir que la kunoichi se veía increíble. Lejos de sentirse decepcionado por no estar a la altura de unos recuerdos a menudo idealizados, Noemi estaba más guapa que nunca. Aquello tan solo hizo que se preguntase, como un estúpido, por qué no había ido él a verla en todo aquel tiempo. De forma abrupta, y como respuesta a aquella pregunta, la imagen de él entregándole una flor en pleno Torneo a Ayame se materializó en su mente. Aquello había sido una de las cagadas más grandes de su vida, en más de un sentido.
Y todo por culpa de Kazuma.
Pero, a pesar de su mala pata, había conseguido librarse de convertirse en jinchuriki. No sin la ayuda de Ayame, bien era cierto. Y esta vez, con la ayuda de un Yubiwa imaginario, quizá pudiese dar ese empujoncito necesario para reprender el camino de la reconciliación.
—Veréis, creo que últimamente le estoy sometiendo a demasiada presión… El pobre no ha parado de hacer misiones de rango C en los últimos meses, y en un par de días tiene una misión de rango B muy importante para la Aldea… Pero le veo alicaído y triste, y eso no es bueno. —Su mirada, por unos momentos perdida en el cielo embotado de la fría mañana, se fijó de pronto en ambas kunoichis, y se golpeó la palma de la mano con la base del puño como si de pronto hubiese tenido una idea—. ¡Ya sé! Has dicho que ibas a buscarle, ¿verdad?¿Por qué no aprovechas para ayudarle a despejarse un poco? Es más, ¡será vuestra misión del día de hoy! —exclamó, sonriente, el supuesto Kage—. ¡Tenéis que hacerle el shinobi más feliz del mundo! Al menos… durante un día. No hace falta que vengáis a reportar el resultado de vuestra misión, con verle la cara cuando venga a por el pergamino de su misión de rango B lo sabré… Además, por mucho que tengáis éxito, no podré daros recompensa económica alguna. Eso tan solo conseguiría levantar envidias por parte de otros ninjas, que querrían el mismo trato, y no queremos eso, ¿verdad? Es más: esta será una misión ultrasecreta. Ni siquiera el propio Datsue podrá saberlo, ¿entendido? —Datsue no les dio mucho tiempo para responder—. Bien, ¿alguna duda?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado