13/01/2017, 22:21
”Haze…” Pensé de forma malhumorada mientras caminaba en dirección al edificio del líder de la aldea. ”¿Cómo te quedas entrenando en vez de acompañarme a solicitar una misión?” Me preguntaba indignado.
No obstante, el hecho de ir sólo no bastaba para derribar mis ánimos de empezar con mis deberes como shinobi de la aldea, la lluvia, que era constante en la villa, me alentaba a seguir adelante, porque una vez que empezara mi camino seguiría en él, así como el agua que siempre caía en Amegakure.
Los charcos y la afluencia de personas por las calles no fueron problema alguno, sin embargo, la intriga estaba sembrada en mi cabeza, ¿qué tipo de misión sería? Según nos había contado Kyosuke, siempre se empezaban con los trabajos más fáciles para los recién graduados, así que lo primero que vino a mi mente era alguna tarea de limpieza o ordenar artículos, luego pensé en buscar algún objeto extraviado y no tuve chance a seguir indagando porque había llegado a la torre.
Entre prácticamente detrás de un joven que tenía un paraguas hacia unos segundos, me detuve para secar mi calzado en la alfombra y continuar a dirigirme a la recepcionista. -Bueno días.- Mencioné de forma amable, y unas palabras que llegaron a mis oídos me hicieron poner alerta. -Que coincidencia, yo también vengo a solicitar una misión, si no causa ninguna inconveniencia me gustaría escuchar la información también.- Mencioné de buena manera a expensas de que nos informara a los dos por igual.
No obstante, el hecho de ir sólo no bastaba para derribar mis ánimos de empezar con mis deberes como shinobi de la aldea, la lluvia, que era constante en la villa, me alentaba a seguir adelante, porque una vez que empezara mi camino seguiría en él, así como el agua que siempre caía en Amegakure.
Los charcos y la afluencia de personas por las calles no fueron problema alguno, sin embargo, la intriga estaba sembrada en mi cabeza, ¿qué tipo de misión sería? Según nos había contado Kyosuke, siempre se empezaban con los trabajos más fáciles para los recién graduados, así que lo primero que vino a mi mente era alguna tarea de limpieza o ordenar artículos, luego pensé en buscar algún objeto extraviado y no tuve chance a seguir indagando porque había llegado a la torre.
Entre prácticamente detrás de un joven que tenía un paraguas hacia unos segundos, me detuve para secar mi calzado en la alfombra y continuar a dirigirme a la recepcionista. -Bueno días.- Mencioné de forma amable, y unas palabras que llegaron a mis oídos me hicieron poner alerta. -Que coincidencia, yo también vengo a solicitar una misión, si no causa ninguna inconveniencia me gustaría escuchar la información también.- Mencioné de buena manera a expensas de que nos informara a los dos por igual.