15/01/2017, 02:11
¿Que le hará tanta puñetera gracia? Joder, yo también me quiero reír Pensé un poco molesto, cuando la chica se rió. Algo me decía que no era precisamente por lo que acababa de leer.
—Jajaja— la joven no pudo aguantarse la risa tonta —¿En serio? ¿O me estás tomando el pelo?— interpeló la muchacha divertida, mientras dejaba su cómic a un lado
-No joder, es en serio. Dije mientras me cargaba el tronco detrás de la nuca. -Yo paso de perder el tiempo con maricas.
Quizás si doy una vuelta por la aldea hasta encontrar a un ANBU y le sigo...
—Primero, no creo que exista ningún dojo donde entrenen los ANBU y segundo, si lo hubiese nadie lo sabría... Es obvio, ¿No crees?—
Ante la más que razonable explicación de la chica, no pude más que asentir para darle la razón. Dijo aquello con mucha seguridad en si misma y muy pero que muy convencida de ello. Tanto, que a mi me convenció también.
-Joder...supongo que tienes razón. Dije frunciendo el ceño, por lo incómoda que me estaba resulta la conversación. Aunque por lo menos estaba manteniendo una conversación.
—Además, en el hipotético caso de que encontrases un dojo de ANBUS, lo último que harían sería dejar entrenar a un crío como tú—
-Bueno, eso estaría por ver ¿No crees?. Bromeé con el asunto.
La chica finalmente se levantó y se acercó hacía mi lo suficiente como para propinarle una mirada de arriba a abajo. Y pude ver que ella era también una ninja de Kusagakure. Portaba el símbolo de la villa de cinturón.
—Así que chico, suerte con tu búsqueda—
-Gracias, gracias...Oye, veo que eres una kunoichi. ¿Y tú que? ¿Entrenas con estos? Quedé a la espera de su respuesta. Pues ya me daba que la manera de menospreciar a la gente que aquí entrenaba se hubiera dado ella también por alulida y por eso la necesidad de reírse de mí.
—Por cierto, un consejo: quítate los zapatos antes de entrar a un dojo, es de mala educación—
Ante aquello no pude más que asombrarme por mi despiste, pero ya en donde me encontraba era justo en el acceso al Dojo, por lo que lo tendría en cuenta para la próxima vez.
-¡Ostias! ¡Fallo mío! Lo tendré en cuenta para la próxima vez. Gracias por el consejo...es que escuché la gente gritar y pensaba que hacían algo interesante...y ya me despisté.
Si me hubiera descalzado, ahora mismo estarían evacuando todo el dojo...Al acabar el día me daré un baño que ya toca
—Jajaja— la joven no pudo aguantarse la risa tonta —¿En serio? ¿O me estás tomando el pelo?— interpeló la muchacha divertida, mientras dejaba su cómic a un lado
-No joder, es en serio. Dije mientras me cargaba el tronco detrás de la nuca. -Yo paso de perder el tiempo con maricas.
Quizás si doy una vuelta por la aldea hasta encontrar a un ANBU y le sigo...
—Primero, no creo que exista ningún dojo donde entrenen los ANBU y segundo, si lo hubiese nadie lo sabría... Es obvio, ¿No crees?—
Ante la más que razonable explicación de la chica, no pude más que asentir para darle la razón. Dijo aquello con mucha seguridad en si misma y muy pero que muy convencida de ello. Tanto, que a mi me convenció también.
-Joder...supongo que tienes razón. Dije frunciendo el ceño, por lo incómoda que me estaba resulta la conversación. Aunque por lo menos estaba manteniendo una conversación.
—Además, en el hipotético caso de que encontrases un dojo de ANBUS, lo último que harían sería dejar entrenar a un crío como tú—
-Bueno, eso estaría por ver ¿No crees?. Bromeé con el asunto.
La chica finalmente se levantó y se acercó hacía mi lo suficiente como para propinarle una mirada de arriba a abajo. Y pude ver que ella era también una ninja de Kusagakure. Portaba el símbolo de la villa de cinturón.
—Así que chico, suerte con tu búsqueda—
-Gracias, gracias...Oye, veo que eres una kunoichi. ¿Y tú que? ¿Entrenas con estos? Quedé a la espera de su respuesta. Pues ya me daba que la manera de menospreciar a la gente que aquí entrenaba se hubiera dado ella también por alulida y por eso la necesidad de reírse de mí.
—Por cierto, un consejo: quítate los zapatos antes de entrar a un dojo, es de mala educación—
Ante aquello no pude más que asombrarme por mi despiste, pero ya en donde me encontraba era justo en el acceso al Dojo, por lo que lo tendría en cuenta para la próxima vez.
-¡Ostias! ¡Fallo mío! Lo tendré en cuenta para la próxima vez. Gracias por el consejo...es que escuché la gente gritar y pensaba que hacían algo interesante...y ya me despisté.
Si me hubiera descalzado, ahora mismo estarían evacuando todo el dojo...Al acabar el día me daré un baño que ya toca