15/01/2017, 20:03
Nuevamente estaba con los pies en la tierra como ella prefería que fuese y con un poco de suerte no habría ninguna otra trampa que la molestase nuevamente o atentase con lo que quedaba de su dignidad. Inclusive se había dado el lujo de alejársele un par de pasos en plena desconfianza pero una provocación era algo que no podía dejar pasar por varios motivos, lo sucedido era uno de ellos.
—No veo que tengas nada para hacer frente a una espada. —Diría casi con desprecio mirándole por encima del hombro. —Pero si insistes, vamos. —Concluyó.
Tras ese intercambio de palabras la kunoichi comenzó a caminar en la dirección donde se hallaban las plazas de piedra donde usualmente los shinobis entrenaban aunque fuese por un momento, con un poco de suerte alguna se encontraría disponible para ellos dos.
—¿Estás seguro que podrás? —Preguntó con desgano mientras se ubicaba cerca del centro del círculo de piedra.
Aunque estaba la posibilidad de que el chico se haya esfumado y fuese de los que provocan solo para desaparecer luego, pero a saber, si allí estaba Noemi encantada le daría un buen par de golpes.
—No veo que tengas nada para hacer frente a una espada. —Diría casi con desprecio mirándole por encima del hombro. —Pero si insistes, vamos. —Concluyó.
Tras ese intercambio de palabras la kunoichi comenzó a caminar en la dirección donde se hallaban las plazas de piedra donde usualmente los shinobis entrenaban aunque fuese por un momento, con un poco de suerte alguna se encontraría disponible para ellos dos.
—¿Estás seguro que podrás? —Preguntó con desgano mientras se ubicaba cerca del centro del círculo de piedra.
Aunque estaba la posibilidad de que el chico se haya esfumado y fuese de los que provocan solo para desaparecer luego, pero a saber, si allí estaba Noemi encantada le daría un buen par de golpes.