7/06/2015, 16:46
Al perecer aquella chica era mucho más sensata de lo que demostraba, y al parecer aquel chico estaba más confiado de lo que se pudiese apreciar. Esas eran conclusiones obvias luego del intercambio de acciones que mantenían esos jóvenes ninjas.
Mientras que la espada envainada del Shinobi se enfilaba hacia su oponente a la vez que apartaba el sombrero de paja, pudo notar que su contraria se dirigía hacia él con todas las intenciones de propinarle un puñetazo. Para cualquiera hubiese parecido que la chica no podría evitar la estocada mientras atacaba, pero entonces ella reacciono de una manera tan poco probable que tomo desprevenido al Ishimura.
Haciendo uso de una percepción y reflejos envidiables. La pelo negro freno el golpe de la espada utilizando su puño cerrado como cubierta, esto provoco un crujido que daba a entender lo fuerte del choque. Sin embargo ella se mantuvo inmutable, mientras recuperaba el equilibrio justo a tiempo para encontrar a un Kazuma que había perdido el suyo. Aprovechando aquello, la ninja de Ame giro sobre sí misma como las nubes arremolinadas que estaban sobre ellos, y como si fuera una ráfaga de viento, de ella salió una patada de talón que iba dirigida a la sien del Ishimura.
Sin tiempo para reaccionar, recibió el golpe en un costado de la cara. Aquello fue suficiente como para agitarle la cabeza y hacer que su cuello se sacudiera con violencia. Todo eso combinado lo dejo desorientado por unos instantes, tiempo que la jovencita aprovecho para tomar distancia y afianzar su posición.
«¿Joder que ha sido eso?» —se preguntaba mientras se levantaba tratando de ignorar el dolor de cuello y cabeza.
«Veamos, el puñetazo fue normal, y la patada también, pero… Esa reacción y eso reflejos definitivamente no fueron normales —pensó mientras dirigía una mirada furtiva a su oponente—. No estoy seguro de cómo lo hizo, pero al parecer no puedo contar con que sus reacciones sean "normales"»
«Debo calmarme, debo pensar y actuar con cuidado. Aun tengo unos cuantos trucos para evitar que me tome por sorpresa» —se repitió mentalmente a sí mismo, mientras respiraba profundamente.
Para ese momento se encontraba de pie frente a su contendiente, la cual tenía sus ojos clavado en el, dándole la sensación de que no lo perdería de vista bajo ninguna circunstancia. Por un momento el ojos grises se planteo desenvainar su espada, pero estaba consciente de que a esas altura aun no era necesario, así que se decanto por otra opción. Tomo el shuriken que le quedaba y lo arrojo hacia su oponente, mientras este dibujaba una extraña curva en el aire. Casi simultáneamente tomo uno de su kunais y se preparo para lo que vendría luego.
«Vamos, ya casi lo tengo… 1…2…3…4» —Seguía contando para sí mismo a pesar de las tormentosas circunstancias.
Mientras que la espada envainada del Shinobi se enfilaba hacia su oponente a la vez que apartaba el sombrero de paja, pudo notar que su contraria se dirigía hacia él con todas las intenciones de propinarle un puñetazo. Para cualquiera hubiese parecido que la chica no podría evitar la estocada mientras atacaba, pero entonces ella reacciono de una manera tan poco probable que tomo desprevenido al Ishimura.
Haciendo uso de una percepción y reflejos envidiables. La pelo negro freno el golpe de la espada utilizando su puño cerrado como cubierta, esto provoco un crujido que daba a entender lo fuerte del choque. Sin embargo ella se mantuvo inmutable, mientras recuperaba el equilibrio justo a tiempo para encontrar a un Kazuma que había perdido el suyo. Aprovechando aquello, la ninja de Ame giro sobre sí misma como las nubes arremolinadas que estaban sobre ellos, y como si fuera una ráfaga de viento, de ella salió una patada de talón que iba dirigida a la sien del Ishimura.
Sin tiempo para reaccionar, recibió el golpe en un costado de la cara. Aquello fue suficiente como para agitarle la cabeza y hacer que su cuello se sacudiera con violencia. Todo eso combinado lo dejo desorientado por unos instantes, tiempo que la jovencita aprovecho para tomar distancia y afianzar su posición.
«¿Joder que ha sido eso?» —se preguntaba mientras se levantaba tratando de ignorar el dolor de cuello y cabeza.
«Veamos, el puñetazo fue normal, y la patada también, pero… Esa reacción y eso reflejos definitivamente no fueron normales —pensó mientras dirigía una mirada furtiva a su oponente—. No estoy seguro de cómo lo hizo, pero al parecer no puedo contar con que sus reacciones sean "normales"»
«Debo calmarme, debo pensar y actuar con cuidado. Aun tengo unos cuantos trucos para evitar que me tome por sorpresa» —se repitió mentalmente a sí mismo, mientras respiraba profundamente.
Para ese momento se encontraba de pie frente a su contendiente, la cual tenía sus ojos clavado en el, dándole la sensación de que no lo perdería de vista bajo ninguna circunstancia. Por un momento el ojos grises se planteo desenvainar su espada, pero estaba consciente de que a esas altura aun no era necesario, así que se decanto por otra opción. Tomo el shuriken que le quedaba y lo arrojo hacia su oponente, mientras este dibujaba una extraña curva en el aire. Casi simultáneamente tomo uno de su kunais y se preparo para lo que vendría luego.
«Vamos, ya casi lo tengo… 1…2…3…4» —Seguía contando para sí mismo a pesar de las tormentosas circunstancias.