16/01/2017, 00:34
Había ganado. Había ganado y ahora tendría que reconocerlo. Después de todas las pullas, de las constantes muestras de superioridad, la había barrido al suelo y ahora no le quedaría más remedio que…
La madre que…
Le pilló tan de improviso que al principio ni siquiera pudo acompañar el beso. Le hubiese gustado decir que luego tampoco, que alguien como él no había caído en sus encantos. Que se había mantenido firme, inalterable, duro como el mejor de los shinobis y frío como el acero de un kunai. Pero Uchiha Haskoz era joven, y con las testosteronas revolucionadas, y eso hubiese sido la mentira más gorda que hubiese soltado por la boca.
¿Era por eso que estaba tan confiada? ¿El jutsu ultrasecreto que Haskoz había sospechado que poseía? Tenía que reconocer que, como arma, era de lo más contundente. Capaz de desarmar a un hombre al mismo tiempo que conseguía que le importase una mierda. Nunca había sentido nada igual.
Cuando al fin se separó, Noemi pudo ver que el sharingan había desaparecido de sus ojos, dejando al descubierto por primera vez unos iris del color de la miel. Tenía las mejillas coloradas y una sonrisilla nerviosa cruzaba su rostro.
Había sido su primer beso.
—B-bueno… —Estaba nervioso. Estaba nervioso y eso no le gustaba. ¿Cómo podía perder la calma de forma tan burda?—. Quizá no haya ganado yo, después de todo. Todo depende desde el punto de vista del que se mire. —Ni siquiera sabía si lo que acababa de soltar tenía sentido. De hecho, ahora que lo escuchaba en su cabeza, era la mayor tontería que había soltado en su vida. Pero, por algún extraño y misterioso motivo, su lengua se había paralizado de golpe. Al menos para hablar...
• PV:–
• CK:–
Sharingan activado
Inventario:
Daño recibido
Daño causado
La madre que…
Le pilló tan de improviso que al principio ni siquiera pudo acompañar el beso. Le hubiese gustado decir que luego tampoco, que alguien como él no había caído en sus encantos. Que se había mantenido firme, inalterable, duro como el mejor de los shinobis y frío como el acero de un kunai. Pero Uchiha Haskoz era joven, y con las testosteronas revolucionadas, y eso hubiese sido la mentira más gorda que hubiese soltado por la boca.
¿Era por eso que estaba tan confiada? ¿El jutsu ultrasecreto que Haskoz había sospechado que poseía? Tenía que reconocer que, como arma, era de lo más contundente. Capaz de desarmar a un hombre al mismo tiempo que conseguía que le importase una mierda. Nunca había sentido nada igual.
Cuando al fin se separó, Noemi pudo ver que el sharingan había desaparecido de sus ojos, dejando al descubierto por primera vez unos iris del color de la miel. Tenía las mejillas coloradas y una sonrisilla nerviosa cruzaba su rostro.
Había sido su primer beso.
—B-bueno… —Estaba nervioso. Estaba nervioso y eso no le gustaba. ¿Cómo podía perder la calma de forma tan burda?—. Quizá no haya ganado yo, después de todo. Todo depende desde el punto de vista del que se mire. —Ni siquiera sabía si lo que acababa de soltar tenía sentido. De hecho, ahora que lo escuchaba en su cabeza, era la mayor tontería que había soltado en su vida. Pero, por algún extraño y misterioso motivo, su lengua se había paralizado de golpe. Al menos para hablar...
Estado de Haskoz
• PV:
135/150
• CK:
60/60
Sharingan activado
Inventario:
- Hitai-ate [Cuello]
- Portaobjetos [Lateral derecho de la espalda, a la altura de la cadera] [9/10]
- Bomba sonora x1 (Usada)
- Bomba de humo x1
- Bomba de luz x1 (Usada)
- Hilo shinobi 1/3
- Paquete de 15 makabishi x1
- Kunai x1
- Shuriken x3
- Bomba sonora x1 (Usada)
Daño recibido
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado