16/01/2017, 21:26
Noemi ni se había fijado en lo que estaba haciendo al Uchiha así que la tomó un tanto desprevenida que se apurase de esa forma, de paso bajó un poco la mirada y cayó en cuenta de lo que hizo así que le dejó de apretar el estómago para dedicarle algunas caricias.
—Perdón, perdón. —Dijo algo apenada y acompañando sus palabras con una risita nerviosa.
Las caricias fueron lo típico que se hace para “aliviarle” el dolor a un niño pequeño, sabía que no funcionaba pero lo hizo de todas formas como acto reflejo. Pero mientras lo hacía Haskoz siguió hablando, explicando algo de una supuesta tradición de alumnos del sexo masculino que dejaba algo pensativa a la rubia. «Hay que estar aburridos. »Pensaba en lo que seguía escuchando esa explicación de todo menos convincente. Hasta que finalmente lo dijo.
Una tradición de chicos —matizó—, consistente en que, en la semana previa a la graduación, tenemos que hacer una votación para decidir a la... —a la más buenorra de clase—, a la chica más atractiva de clase.
—¿Qué? —Fue lo primero que le salió estando ya estupefacta. Incluso se frenó en seco casi obligando al chico a hacerlo también. —¿Solo eso? ¡Es obvio que iban a votar a Eri y a mí! —Agregó separándose de golpe del chico para tomarlo por los hombros y obligarlo a darse la vuelta para mirarle cara a cara. —¿En serio tanto secretismo por esa estupidez? —Finalizó, incapaz de entender el razonamiento de sus compañeros.
Y es que en serio, no lo entendía, era obvio que los chicos estaban con esas si hasta los habían escuchado infinidad de veces hablando de alguna que otra, incluso hablando mal de las demás kunoichis. Pero se ve que ellos se creían sumamente discretos.
—La mitad de las cosas que hablaban las sabemos todas las de la promoción, algunos de tus amigos son bastante boca floja, por si no te enteras.
Lo que no quita que eso de la votación si era algo que desconocían al menos la mayoría.
—Perdón, perdón. —Dijo algo apenada y acompañando sus palabras con una risita nerviosa.
Las caricias fueron lo típico que se hace para “aliviarle” el dolor a un niño pequeño, sabía que no funcionaba pero lo hizo de todas formas como acto reflejo. Pero mientras lo hacía Haskoz siguió hablando, explicando algo de una supuesta tradición de alumnos del sexo masculino que dejaba algo pensativa a la rubia. «Hay que estar aburridos. »Pensaba en lo que seguía escuchando esa explicación de todo menos convincente. Hasta que finalmente lo dijo.
Una tradición de chicos —matizó—, consistente en que, en la semana previa a la graduación, tenemos que hacer una votación para decidir a la... —a la más buenorra de clase—, a la chica más atractiva de clase.
—¿Qué? —Fue lo primero que le salió estando ya estupefacta. Incluso se frenó en seco casi obligando al chico a hacerlo también. —¿Solo eso? ¡Es obvio que iban a votar a Eri y a mí! —Agregó separándose de golpe del chico para tomarlo por los hombros y obligarlo a darse la vuelta para mirarle cara a cara. —¿En serio tanto secretismo por esa estupidez? —Finalizó, incapaz de entender el razonamiento de sus compañeros.
Y es que en serio, no lo entendía, era obvio que los chicos estaban con esas si hasta los habían escuchado infinidad de veces hablando de alguna que otra, incluso hablando mal de las demás kunoichis. Pero se ve que ellos se creían sumamente discretos.
—La mitad de las cosas que hablaban las sabemos todas las de la promoción, algunos de tus amigos son bastante boca floja, por si no te enteras.
Lo que no quita que eso de la votación si era algo que desconocían al menos la mayoría.