17/01/2017, 00:10
Maldita la hora en la que decidí madrugar más de la cuenta — o mejor dicho, lo decidió mi cuerpo, presa del nerviosismo — puesto que llevaba ya un rato, quizás 10 minutos, no sabría decir, pero me pareció mucho más. Me cruzaba de brazos, me rascaba la nuca, acariciaba mi trenza, di algún que otro paso y finalmente saqué uno de mis caramelos hasta que vi que se acercaba una chica de cabellos morados. Sería capaz de recordar aquella imagen como si mi cerebro le hubiese hecho una instantánea en aquel preciso instante. Era hermosa y destilaba belleza por todos y cada uno de los poros de su piel. Lucia un vestido rojo que no daba lugar a la imaginación y una chaqueta verde. Del mismo color era el gorro que cubría su cabeza. La chica se fue acercando pero no medió palabra alguna. Instantes después apareció un chico el cual me llamó también la atención pero por motivos muy distintos. Vaya un paliducho, madre mía. Este si se dignó a hablar.
— ¡Buenos días! — exclamó, con tono jovial, mientras se acercaba a ambos —. Soy Eikyu Juro. Creo que vamos a ser todos compañeros.
Aquello me dejó entrever que el tal Juro debió recibir una notificación o una carta o algo así, similar a la que recibí yo. Sí, sin duda debía ser eso. A fin de cuentas parecía que nuestras edades no distaban mucho.
— Así que tu también recibiste el comunicado, ¿Eh, Juro? — pregunté para salir de dudas
— ¿Qué hay de ti, guapita?
Ahora centraba la atención en la chica del trio esperando una respuesta afirmativa. Llevaba la bandana de Kusagakure a modo de cinturón. Demasiada casualidad para estar por ahí vagueando justamente en el lugar de la citación.
Tal era la casualidad que era hasta imposible.
— ¡Buenos días! — exclamó, con tono jovial, mientras se acercaba a ambos —. Soy Eikyu Juro. Creo que vamos a ser todos compañeros.
Aquello me dejó entrever que el tal Juro debió recibir una notificación o una carta o algo así, similar a la que recibí yo. Sí, sin duda debía ser eso. A fin de cuentas parecía que nuestras edades no distaban mucho.
— Así que tu también recibiste el comunicado, ¿Eh, Juro? — pregunté para salir de dudas
— ¿Qué hay de ti, guapita?
Ahora centraba la atención en la chica del trio esperando una respuesta afirmativa. Llevaba la bandana de Kusagakure a modo de cinturón. Demasiada casualidad para estar por ahí vagueando justamente en el lugar de la citación.
Tal era la casualidad que era hasta imposible.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa