17/01/2017, 06:18
Shinobi y kunoichi se quedaron a las puertas del pequeño puesto de dangos, enfrascados de pronto en un nuevo tema de conversación del que Noemi parecía estar muy interesada. Al menos, la cosa estaba yendo mejor que con los otros dos.
—Sí, todos ellos parientes y muchos otros se quedaron en casa.
¿Y todavía más en casa? Por los Dioses, ¡tiene más familiares que años la Uzukage! A Haskoz no le pasó desapercibido el leve tono de fastidio que dijo al comentarlo, como si no estuviese contenta con el hecho de tener una familia tan numerosa. Segundos más tarde, Noemi puso voz a sus pensamientos.
Alguien —un huérfano como él, por ejemplo—, hubiese podido decir que era mucho mejor tener que soportar la a veces excesiva presencia de la familia que tener que lidiar con su eterna ausencia. Pero él no era ese tipo de huérfano. Nunca lo había sido.
—No tienes padres dijiste, ¿vives con algún pariente o te has quedado solo?
—Solo —como la contestación le había salido más corta y seca de lo que hubiese pretendido, se obligó a darle una mayor explicación—. Viví hasta los diez años en un orfanato. Luego, como las habitaciones escaseaban y tenían que dar entrada a más niños y bebés que habían quedado sin nadie que les cuidase, me apunté a la academia y me dieron un piso de bajo coste. Un piso social, le llaman. En realidad no tuve que pagar nada hasta ahora. Se supone que ahora que me gradué me llegará a final de mes mi primera factura. —Solo de pensarlo ya se deprimía—. Luego fui raptado por una antigua cuidadora del orfanato —lo dijo como si tal cosa, con el mismo tono que hubiese empleado para contarle cualquier otra banalidad—. Una furcia, eso es lo que era. Creo que quería venderme, a mí y al resto de chavales que se llevó consigo. Al final nuestros ANBU la acorralaron en el Bosque de Azur, un lugar misterioso y emblemático del País de la Lluvia —aclaró, por si Noemi no lo conocía—. La gente que se adentra demasiado, vuelve loca y sin memoria. Eso si vuelven. Yo creo que solo perdí la memoria… o eso dicen los psiquiatras —añadió, soltando una risita—. Cuando al fin volví aquí pues… Bueno, me apunté de nuevo a la academia, me dieron un piso parecido con las mismas condiciones y, en definitiva, estuve viviendo solo desde entonces.
»No me importaría si alguna vez vinieses a hacerme compañía, ya que estás tan cansada de tanta familia cerca —añadió, socarrón—. La calefacción se ha estropeado y estoy pasando unas noches muy frías —dijo, simulando un escalofrío.
Obviamente, solo lo había dicho para darle pena. La calefacción funcionaba perfectamente.
—Sí, todos ellos parientes y muchos otros se quedaron en casa.
¿Y todavía más en casa? Por los Dioses, ¡tiene más familiares que años la Uzukage! A Haskoz no le pasó desapercibido el leve tono de fastidio que dijo al comentarlo, como si no estuviese contenta con el hecho de tener una familia tan numerosa. Segundos más tarde, Noemi puso voz a sus pensamientos.
Alguien —un huérfano como él, por ejemplo—, hubiese podido decir que era mucho mejor tener que soportar la a veces excesiva presencia de la familia que tener que lidiar con su eterna ausencia. Pero él no era ese tipo de huérfano. Nunca lo había sido.
—No tienes padres dijiste, ¿vives con algún pariente o te has quedado solo?
—Solo —como la contestación le había salido más corta y seca de lo que hubiese pretendido, se obligó a darle una mayor explicación—. Viví hasta los diez años en un orfanato. Luego, como las habitaciones escaseaban y tenían que dar entrada a más niños y bebés que habían quedado sin nadie que les cuidase, me apunté a la academia y me dieron un piso de bajo coste. Un piso social, le llaman. En realidad no tuve que pagar nada hasta ahora. Se supone que ahora que me gradué me llegará a final de mes mi primera factura. —Solo de pensarlo ya se deprimía—. Luego fui raptado por una antigua cuidadora del orfanato —lo dijo como si tal cosa, con el mismo tono que hubiese empleado para contarle cualquier otra banalidad—. Una furcia, eso es lo que era. Creo que quería venderme, a mí y al resto de chavales que se llevó consigo. Al final nuestros ANBU la acorralaron en el Bosque de Azur, un lugar misterioso y emblemático del País de la Lluvia —aclaró, por si Noemi no lo conocía—. La gente que se adentra demasiado, vuelve loca y sin memoria. Eso si vuelven. Yo creo que solo perdí la memoria… o eso dicen los psiquiatras —añadió, soltando una risita—. Cuando al fin volví aquí pues… Bueno, me apunté de nuevo a la academia, me dieron un piso parecido con las mismas condiciones y, en definitiva, estuve viviendo solo desde entonces.
»No me importaría si alguna vez vinieses a hacerme compañía, ya que estás tan cansada de tanta familia cerca —añadió, socarrón—. La calefacción se ha estropeado y estoy pasando unas noches muy frías —dijo, simulando un escalofrío.
Obviamente, solo lo había dicho para darle pena. La calefacción funcionaba perfectamente.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado