20/01/2017, 20:08
Con tener una oreja atenta a lo que los demás podrían llegar a tener que decir en aquel momento, pudo obtener un par de datos. Uno de los dos sujetos, el que habría llegado después de Mogura, se apodaba Kei mientras que el otro parecía responder al llamado de Haze. Lo otro que sin duda alguna era fácilmente apreciable era que aquel duo parecía conocerse de algún lado.
De una forma u otra, los tres terminarían en la misma bolsa y tendrían que enfrentarse juntos a su kage para pedir una misión.
Mi nombre es Manase Mogura.
Respondería al sujeto cuyo nombre ahora tenía completo conocimiento. La recepcionista, sin embargo, parecía haber pasado totalmente de él.
El joven médico no era un cobarde pero a fin de cuentas era un muchacho sin mucha experiencia y aquella iba a ser la primera vez que confrontaría a Amekoro Yui-sama para pedirle una misión ¿Cómo no estar nervioso? Si tan solo tuviese un sensei que velase por él...
Sera mejor que no subas con ese paraguas.
Esas palabras le hicieron un recordatorio importante, quizá por un simple descuido o por costumbre aún tenía el paraguas en la mano y de no haberse comido un llamado de atención, probablemente habría entrado al despacho de la Arashikage con él.
De inmediato.
Contestaría acompañando sus palabras de una ligera reverencia en señal de obediencia. No había razón para hacer un berrinche o un acto de rebeldía sin sentido.
Supongo que son los nervios...
Una vez depositado el paraguas en el lugar correspondiente, se dirigiría al ascensor. Con un poco de suerte el par aquel lo habría esperado.
De una forma u otra, los tres terminarían en la misma bolsa y tendrían que enfrentarse juntos a su kage para pedir una misión.
Mi nombre es Manase Mogura.
Respondería al sujeto cuyo nombre ahora tenía completo conocimiento. La recepcionista, sin embargo, parecía haber pasado totalmente de él.
El joven médico no era un cobarde pero a fin de cuentas era un muchacho sin mucha experiencia y aquella iba a ser la primera vez que confrontaría a Amekoro Yui-sama para pedirle una misión ¿Cómo no estar nervioso? Si tan solo tuviese un sensei que velase por él...
Sera mejor que no subas con ese paraguas.
Esas palabras le hicieron un recordatorio importante, quizá por un simple descuido o por costumbre aún tenía el paraguas en la mano y de no haberse comido un llamado de atención, probablemente habría entrado al despacho de la Arashikage con él.
De inmediato.
Contestaría acompañando sus palabras de una ligera reverencia en señal de obediencia. No había razón para hacer un berrinche o un acto de rebeldía sin sentido.
Supongo que son los nervios...
Una vez depositado el paraguas en el lugar correspondiente, se dirigiría al ascensor. Con un poco de suerte el par aquel lo habría esperado.
Hablo - Pienso