22/01/2017, 00:25
El Uchiha rio con fuerza ante la broma —o quizá no tan broma— de Noemi respecto a las condiciones de sus posibles visitas a su apartamento.
—Claro, claro… No sé tú, pero yo pienso llegar virgen al matrimonio —bromeó, aunque lo dijo de forma tan convencida y seria que más bien parecía un juramento con los Dioses.
Entonces Noemi le apresó el brazo, e intencionadamente o no aplastó sus pechos contra su extremidad. La testosterona colapsó sus venas y el pulso se le aceleró sin remedio. Madre Izanami, con lo duro que yo me creía y lo blando en que me estoy convirtiendo. Aunque cierta parte de su cuerpo no opinaba lo mismo…
… Trató de pensar en otra cosa, en cualquier cosa que le distrajese de aquello, para no hacer el ridículo en pleno público. Fue entonces cuando la voz de Noemi acudió de nuevo a sus oídos:
—Tú pide primero.
—Voy. —Ya en el mostrador se veían una buena variedad de dangos: Ankos; Bocchan dango, que eran de tres colores; Chadango, que eran los que sabían a té verde; Hanami dango, que eran los típicos que se tomaban cuando florecían los cerezos, pero que a Haskoz no le gustaban demasiado; y Mitarashis—. A mí póngame un mitarashi —pidió a la mujer, vieja y con el pelo recogido en un simple moño. La anciana sonrió y tomó un palillo con tres bolitas de dango ya clavadas, y entonces lo sumergió en un pequeño tanque de sirope. Dio un par de vueltas al palillo y lo sacó chorreando, para luego dejarlo encima de un pequeño trocito de cartón y entregárselo a Haskoz.
—¿Y para la joven dama? —preguntó, con voz tierna.
—Claro, claro… No sé tú, pero yo pienso llegar virgen al matrimonio —bromeó, aunque lo dijo de forma tan convencida y seria que más bien parecía un juramento con los Dioses.
Entonces Noemi le apresó el brazo, e intencionadamente o no aplastó sus pechos contra su extremidad. La testosterona colapsó sus venas y el pulso se le aceleró sin remedio. Madre Izanami, con lo duro que yo me creía y lo blando en que me estoy convirtiendo. Aunque cierta parte de su cuerpo no opinaba lo mismo…
… Trató de pensar en otra cosa, en cualquier cosa que le distrajese de aquello, para no hacer el ridículo en pleno público. Fue entonces cuando la voz de Noemi acudió de nuevo a sus oídos:
—Tú pide primero.
—Voy. —Ya en el mostrador se veían una buena variedad de dangos: Ankos; Bocchan dango, que eran de tres colores; Chadango, que eran los que sabían a té verde; Hanami dango, que eran los típicos que se tomaban cuando florecían los cerezos, pero que a Haskoz no le gustaban demasiado; y Mitarashis—. A mí póngame un mitarashi —pidió a la mujer, vieja y con el pelo recogido en un simple moño. La anciana sonrió y tomó un palillo con tres bolitas de dango ya clavadas, y entonces lo sumergió en un pequeño tanque de sirope. Dio un par de vueltas al palillo y lo sacó chorreando, para luego dejarlo encima de un pequeño trocito de cartón y entregárselo a Haskoz.
—¿Y para la joven dama? —preguntó, con voz tierna.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado