22/01/2017, 02:55
—Claro, claro… No sé tú, pero yo pienso llegar virgen al matrimonio —¿Había una frase que le pudiese sentar peor a Noemi? Es decir, lo que necesitaba hacer según lo que su padre le había enseñado iba –por así decirlo- en contra de lo dicho por el Uchiha, después de todo tenía que comenzar a hacer “eso” ni bien pudiera… Pero sí jugaba sus cartas correctamente tal vez podría lograrlo de todas formas.
Aun así, el de cabellos blancos no se enteraría de nada de esto, como mucho el chasquido de lengua de la chica pero nada más y de todas formas ella no le diría absolutamente nada, no le convenía en lo más mínimo.
Por suerte para ella, el contrario se dejó arrastrar hasta el interior del local y accedió al pedido de la menor. «Espero que no se me vaya ahí abajo. »Pensó por un instante al ver los dangos que su acompañante se había pedido, lo que la hacía dudar un poco de si pedirse exactamente lo mismo como había pensado hacer o si pedir alguna otra cosa, pero ahí entraba en juego el desconocimiento de la princesa criada en casa que ni de dangos sabía.
—Lo mismo, por favor. —Diría con tonada alegre y una sonrisa del mismo calibre.
«Supongo que tendría que empezar a deambular entre restaurantes y lugares así, no puede ser que no sepa de estas cosas. »Se planteaba mientras esperaba pacientemente sus dulces. Aunque había olvidado completamente el soltarse del brazo del chico así que hasta que le dieran su orden el Uchiha tendrá que aguantarse la calidez del cuerpo de la fémina.
Aun así, el de cabellos blancos no se enteraría de nada de esto, como mucho el chasquido de lengua de la chica pero nada más y de todas formas ella no le diría absolutamente nada, no le convenía en lo más mínimo.
Por suerte para ella, el contrario se dejó arrastrar hasta el interior del local y accedió al pedido de la menor. «Espero que no se me vaya ahí abajo. »Pensó por un instante al ver los dangos que su acompañante se había pedido, lo que la hacía dudar un poco de si pedirse exactamente lo mismo como había pensado hacer o si pedir alguna otra cosa, pero ahí entraba en juego el desconocimiento de la princesa criada en casa que ni de dangos sabía.
—Lo mismo, por favor. —Diría con tonada alegre y una sonrisa del mismo calibre.
«Supongo que tendría que empezar a deambular entre restaurantes y lugares así, no puede ser que no sepa de estas cosas. »Se planteaba mientras esperaba pacientemente sus dulces. Aunque había olvidado completamente el soltarse del brazo del chico así que hasta que le dieran su orden el Uchiha tendrá que aguantarse la calidez del cuerpo de la fémina.