22/01/2017, 04:29
Cuando Noemi tomó la copa, la niña frunció el ceño, como si de pronto se hubiese dado cuenta de una cosa.
—Ups, con la emoción se me ha olvidado hacer otra —se justificó, pasándose la mano por la nuca y sonriendo con vergüenza— . ¿Debería…?
Haskoz dio un paso atrás, lo justo para que Noemi no le viese, y fulminó con la mirada a la anciana. La abuela pareció captar el mensaje, porque en seguida dijo:
—Has puesto dos pajitas, ¿no? Pues ya está. Anda, ve a terminar los deberes —la apremió, dándole ligeros empujoncitos y conduciéndola hasta la puerta.
—Pero… ¡Abuela! —se quejó, tratando de resistirse— . Tú siempre me dices que beber del vaso de otro es una guarrería… —terminaron por oír Haskoz y Noemi, antes de que la abuela consiguiese acallarla cerrando la puerta tras de sí. Segundos después, volvió esbozando una sonrisa de disculpa.
Con todo aquel traqueteo, Haskoz casi no se había dado cuenta de que Noemi le había pedido que cogiese el dinero de su portaobjetos. Casi.
—No te preocupes, pago yo esta vez —se ofreció, sacando unas cuantas monedas sueltas del suyo. Una cosa era dejarse invitar en su primera cita, y otra muy distinta tener que pillar el dinero del propio bolsillo de Noemi para hacerlo. Podía parecer lo mismo, pero estaba seguro que aquello rompía con todas las normas de galantería y caballerosidad que de vez en cuando le habían tratado de enseñar en la academia—. Así quedas en deuda conmigo —añadió, guiñándole un ojo, y acercándose a la mesa que previamente había seleccionado como la mejor tras pagar, sentándose en un lado mientras esperaba a que Noemi le imitase.
—Ups, con la emoción se me ha olvidado hacer otra —se justificó, pasándose la mano por la nuca y sonriendo con vergüenza— . ¿Debería…?
Haskoz dio un paso atrás, lo justo para que Noemi no le viese, y fulminó con la mirada a la anciana. La abuela pareció captar el mensaje, porque en seguida dijo:
—Has puesto dos pajitas, ¿no? Pues ya está. Anda, ve a terminar los deberes —la apremió, dándole ligeros empujoncitos y conduciéndola hasta la puerta.
—Pero… ¡Abuela! —se quejó, tratando de resistirse— . Tú siempre me dices que beber del vaso de otro es una guarrería… —terminaron por oír Haskoz y Noemi, antes de que la abuela consiguiese acallarla cerrando la puerta tras de sí. Segundos después, volvió esbozando una sonrisa de disculpa.
Con todo aquel traqueteo, Haskoz casi no se había dado cuenta de que Noemi le había pedido que cogiese el dinero de su portaobjetos. Casi.
—No te preocupes, pago yo esta vez —se ofreció, sacando unas cuantas monedas sueltas del suyo. Una cosa era dejarse invitar en su primera cita, y otra muy distinta tener que pillar el dinero del propio bolsillo de Noemi para hacerlo. Podía parecer lo mismo, pero estaba seguro que aquello rompía con todas las normas de galantería y caballerosidad que de vez en cuando le habían tratado de enseñar en la academia—. Así quedas en deuda conmigo —añadió, guiñándole un ojo, y acercándose a la mesa que previamente había seleccionado como la mejor tras pagar, sentándose en un lado mientras esperaba a que Noemi le imitase.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado