23/01/2017, 14:55
— Y dime, Yota de Kusagakure, ¿qué haces tan lejos de tu villa? —
Aquella era una pregunta de alguien curioso. La típica pregunta para iniciar una charla tras las siempre necesarias presentaciones preliminares y lo cierto era que podría inventarme cualquier cosa, total, aquella chica se lo iba a creer de igual manera que si le decía la verdad. Una misión, una importante entrega de parte del Morikage, hubiera quedado bien y hubiese sonado importante pero... mentir por el placer de mentir no era mi estilo rpecisamente, mucho menos iba a usar a alguien a quien admiraba para tal patraña.
— ¿Sabes? La verdad es que yo mismo podría hacerte la misma pregunta usando las mismas palabras. Este puente separa nuestras naciones. Antaño las unía o eso tengo entendido — dije, haciéndome un poco el interesante. A veces andarse con rodeos era hasta divertido — Pero la verdad es que no he venido hasta aquí por mi propio pie —
*De hecho hubiese preferido quedarme en Kusagakure..*
Un maullido interrumpió el momento. Un chillido de auxilio. Instintivamente mi cabeza se movió hacia la dirección de la llamada de socorro de aquel pequeño felino. Se encontraba en una roca del acantilado sin saber como regresar hasta el puente o hasta un lugar seguro.
— ¡Que alguien ayude a mi Yoko! ¡¡YOKO-CHAAAAAAAAAAAN!!
Otro grito. Este era de una chiquilla de unos 7 u 8 años quizás. Rubia y con dos coletas finas y delgadas y unos ojos turquesa de un tono vidrioso, alguna que otra lágrima había derramado. Por momentos mi corazón se rompió en mil pedacitos. Prácticamente podía sentir el sufrimiento de la pequeña como si fuera el mío propio.
— Vaya, vaya, a veces el destino es bastante caprichoso. Creo que ha llegado el momento de que nos demuestres a todos la gran kunoichi que llevas dentro, Furukawa Eri de Uzushiogakure — sin tiempo para una replica de la pelimorado llamé la atención de la pequeña con un sílbido — ¡Hey! Esta kunoichi te ayudará a recuperar a tu Yoko
Lo sé, la puse entre la espada y la pared, pero si realmente era una ninja, no tendría problemas en llegar hasta el gato y devolverlo hasta su dueña. La verdad es que tenía ganas de verlo.
Aquella era una pregunta de alguien curioso. La típica pregunta para iniciar una charla tras las siempre necesarias presentaciones preliminares y lo cierto era que podría inventarme cualquier cosa, total, aquella chica se lo iba a creer de igual manera que si le decía la verdad. Una misión, una importante entrega de parte del Morikage, hubiera quedado bien y hubiese sonado importante pero... mentir por el placer de mentir no era mi estilo rpecisamente, mucho menos iba a usar a alguien a quien admiraba para tal patraña.
— ¿Sabes? La verdad es que yo mismo podría hacerte la misma pregunta usando las mismas palabras. Este puente separa nuestras naciones. Antaño las unía o eso tengo entendido — dije, haciéndome un poco el interesante. A veces andarse con rodeos era hasta divertido — Pero la verdad es que no he venido hasta aquí por mi propio pie —
*De hecho hubiese preferido quedarme en Kusagakure..*
Un maullido interrumpió el momento. Un chillido de auxilio. Instintivamente mi cabeza se movió hacia la dirección de la llamada de socorro de aquel pequeño felino. Se encontraba en una roca del acantilado sin saber como regresar hasta el puente o hasta un lugar seguro.
— ¡Que alguien ayude a mi Yoko! ¡¡YOKO-CHAAAAAAAAAAAN!!
Otro grito. Este era de una chiquilla de unos 7 u 8 años quizás. Rubia y con dos coletas finas y delgadas y unos ojos turquesa de un tono vidrioso, alguna que otra lágrima había derramado. Por momentos mi corazón se rompió en mil pedacitos. Prácticamente podía sentir el sufrimiento de la pequeña como si fuera el mío propio.
— Vaya, vaya, a veces el destino es bastante caprichoso. Creo que ha llegado el momento de que nos demuestres a todos la gran kunoichi que llevas dentro, Furukawa Eri de Uzushiogakure — sin tiempo para una replica de la pelimorado llamé la atención de la pequeña con un sílbido — ¡Hey! Esta kunoichi te ayudará a recuperar a tu Yoko
Lo sé, la puse entre la espada y la pared, pero si realmente era una ninja, no tendría problemas en llegar hasta el gato y devolverlo hasta su dueña. La verdad es que tenía ganas de verlo.
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
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