4/02/2017, 22:01
De pronto, mientras se encontraba sumido en sus pensamientos, un grupo de aves levantó el vuelo desde la pared del acantilado que yacía detrás de él. Se levantó rápidamente, sorprendido por tan súbito alboroto. Sabía que algo debía de haber espantado a aquellas criaturas que yacían tan plácidas hasta hacia unos segundos. Paseo su vista por la cornisa y el muro, hasta que divisó un movimiento extraño.
«¡Ahí está!» Antes de darse cuenta, y más por instinto que por lógica, se dirigió hacia aquel borde entre carreras y saltos.
Al final del camino dio un gran brinco y aterrizó de forma ruidosa frente a un chico con una oscura cabellera de un tono purpúreo. Se quedo viéndolo fijamente, como si se tratara de alguna presa o algo similar. Cuando la tormenta de adrenalina comenzó a disiparse, se hizo consciente de que se estaba comportando como un maníaco.
—La... Lamento el susto —fue lo único que logró articular con su voz—. ¿Tú eres un ninja, cierto? —preguntó en cuanto recobró un poco más de aliento.
«¡Ahí está!» Antes de darse cuenta, y más por instinto que por lógica, se dirigió hacia aquel borde entre carreras y saltos.
Al final del camino dio un gran brinco y aterrizó de forma ruidosa frente a un chico con una oscura cabellera de un tono purpúreo. Se quedo viéndolo fijamente, como si se tratara de alguna presa o algo similar. Cuando la tormenta de adrenalina comenzó a disiparse, se hizo consciente de que se estaba comportando como un maníaco.
—La... Lamento el susto —fue lo único que logró articular con su voz—. ¿Tú eres un ninja, cierto? —preguntó en cuanto recobró un poco más de aliento.