El peliblanco rápidamente se identificó como un shinobi de la Espiral, pero seguía sin responder a la principal interrogante que le había planteado el de los ojos aguamarina. La calma del Uzureño no le parecía normal, por alguna razón, tenía más aire de extranjero curioso que de un shinobi como tal, más no por eso iba a bajar la guardia. No le agradaba soltar información así como así, así que planeó la forma de desviar la conversación para que fuese él quien interrogara.
—Antes que nada, me has importunado, y no has respondido a la pregunta que te hice anteriormente— Ni siquiera parpadeaba al hablar —¿Y ahora quieres que te diga quién soy?— El aire sopló, provocando que su cabello ondeara levemente.
Aquella distracción al menos había provocado que se olvidase de la depresión que le había atacado hace rato, podía lidiar más fácilmente con el tedio que con la tristeza.
"Espero que tenga un buen motivo para todo esto"
—Te lo voy a repetir: Si soy shinobi, ¿para qué quieres saberlo?— Se sacudió la cabeza de un tirón con tal de acomodarse el cabello en su lugar —Dime que buscas de mí y tal vez me anime a decirte quién soy.
—Antes que nada, me has importunado, y no has respondido a la pregunta que te hice anteriormente— Ni siquiera parpadeaba al hablar —¿Y ahora quieres que te diga quién soy?— El aire sopló, provocando que su cabello ondeara levemente.
Aquella distracción al menos había provocado que se olvidase de la depresión que le había atacado hace rato, podía lidiar más fácilmente con el tedio que con la tristeza.
"Espero que tenga un buen motivo para todo esto"
—Te lo voy a repetir: Si soy shinobi, ¿para qué quieres saberlo?— Se sacudió la cabeza de un tirón con tal de acomodarse el cabello en su lugar —Dime que buscas de mí y tal vez me anime a decirte quién soy.