8/02/2017, 00:06
Los monólogos de la pelirroja muy rara vez tenían sentido, principalmente porque nunca se sentaba a meditar seriamente las cosas de las que hablaba y habitualmente se trataban de comentarios y apreciaciones espontáneas que al cabo de las horas terminaría olvidando completamente, puede que incluso en mil y un ocasiones terminase por contradecirse a sí misma pero le daba igual, además que solo ella y su imaginación eran conscientes de ello.
Ni siquiera el shinobi que se acercó a ella debía de ser testigo de todo esto gracias al ruido constante que aquel ambiente producía llevándose consigo cada palabra pronunciada en el acto.
—¿Hmm…? —Fue el único sonido que emitió a la vez que arqueaba levemente una ceja, aunque con la máscara no sería visible para él, además se giró lentamente para mirar al chico.
~¿Será por la luz que lo veo azulado? ~Se preguntó por un instante al notar ese peculiar tono de piel en el contrario, pero no pronunció palabra alguna, principalmente porque el de Ame decidió seguir aunque con palabras un tanto ambiguas, o al menos así lo sentía ella cuando escuchó aquel pedido de ‘manzanas’.
—Disculpa pero no están disponibles.—Diría con una sonrisa de medio lado. —Tampoco creo que te sienten bien. —Agregó con cierta malicia, después de todo, lo que menos se esperaba era que el chico se ofendiese o algo por el estilo ya que sus comentarios habían sido de todo menos agradables.
Aunque siendo sinceros, a Ritsuko le daba lo mismo, puede que alguna otra hubiese reaccionado abofeteándolo pero ella no, no le daba importancia a eso que algunos hacían de ver como objetos sexuales a las mujeres, tampoco el caso inverso le interesaba así que bien gracias.
—¿Te presentas así con todas? —Preguntó sin despegar en ningún instante la mirada de aquel desconocido.
Pero mientras se mantenga de esa manera, a la pelirroja no le molestará ni lo catalogará como algún tipo de peligro, a no ser que decida recurrir a acciones para atentar contra ella, ahí la cosa cambiará radicalmente por… Obvias razones.
Ni siquiera el shinobi que se acercó a ella debía de ser testigo de todo esto gracias al ruido constante que aquel ambiente producía llevándose consigo cada palabra pronunciada en el acto.
—¿Hmm…? —Fue el único sonido que emitió a la vez que arqueaba levemente una ceja, aunque con la máscara no sería visible para él, además se giró lentamente para mirar al chico.
~¿Será por la luz que lo veo azulado? ~Se preguntó por un instante al notar ese peculiar tono de piel en el contrario, pero no pronunció palabra alguna, principalmente porque el de Ame decidió seguir aunque con palabras un tanto ambiguas, o al menos así lo sentía ella cuando escuchó aquel pedido de ‘manzanas’.
—Disculpa pero no están disponibles.—Diría con una sonrisa de medio lado. —Tampoco creo que te sienten bien. —Agregó con cierta malicia, después de todo, lo que menos se esperaba era que el chico se ofendiese o algo por el estilo ya que sus comentarios habían sido de todo menos agradables.
Aunque siendo sinceros, a Ritsuko le daba lo mismo, puede que alguna otra hubiese reaccionado abofeteándolo pero ella no, no le daba importancia a eso que algunos hacían de ver como objetos sexuales a las mujeres, tampoco el caso inverso le interesaba así que bien gracias.
—¿Te presentas así con todas? —Preguntó sin despegar en ningún instante la mirada de aquel desconocido.
Pero mientras se mantenga de esa manera, a la pelirroja no le molestará ni lo catalogará como algún tipo de peligro, a no ser que decida recurrir a acciones para atentar contra ella, ahí la cosa cambiará radicalmente por… Obvias razones.