9/02/2017, 02:11
Haskoz despertó en una celda oscura y estrecha, desprovisto de todo su equipamiento, y de su ropa. Tan sólo vestía unos calzones blancos, limpios, pero irreconocibles como suyos. Tenía las manos atadas por una cuerda, y no parecía de las que se dejan soltar fácilmente. Los barrotes eran de acero, pero ya podían ser de diamantes.
Se notaba torpe, como si algo fallase, como si algo fallase mucho. Le pitaba el oído izquierdo. Lo peor era el pitido. En realidad no era lo peor, pero aún no se había dado cuenta.
Tenía un ventanuco, también reforzado, atrás de él. Por él se filtraba la suave luz de la mañana. Cuando recuperó la visión, se dio cuenta de qué era lo peor.
Lo peor era el parche en su ojo izquierdo. Y la sensación de vacío.
Su celda estaba en un pasillo estrecho, y era la última. O quizás la única —imposible de saberlo—. Escuchó el crujir de una puerta de madera al abrirse. Se oía lejos. Y luego, unos pasos.
Los recuerdos más recientes que pudo agarrar con la mano de la mente volvieron a visitarle. Pero había una importante laguna... Lo más reciente era... Lo más reciente era...
¿Y a dónde ir sino a los Valle de los Dojos? Haskoz había oído hablar de aquel lugar en innumerables ocasiones. Un sitio construido y dedicado por y para el entrenamiento. El sitio ideal para lo que quería.
Eso, fue al Valle de los Dojos después de su combate contra Uchiha Akame. Eso fue lo que pasó. ¿Y luego?
En blanco.
Se notaba torpe, como si algo fallase, como si algo fallase mucho. Le pitaba el oído izquierdo. Lo peor era el pitido. En realidad no era lo peor, pero aún no se había dado cuenta.
Tenía un ventanuco, también reforzado, atrás de él. Por él se filtraba la suave luz de la mañana. Cuando recuperó la visión, se dio cuenta de qué era lo peor.
Lo peor era el parche en su ojo izquierdo. Y la sensación de vacío.
Su celda estaba en un pasillo estrecho, y era la última. O quizás la única —imposible de saberlo—. Escuchó el crujir de una puerta de madera al abrirse. Se oía lejos. Y luego, unos pasos.
Los recuerdos más recientes que pudo agarrar con la mano de la mente volvieron a visitarle. Pero había una importante laguna... Lo más reciente era... Lo más reciente era...
¿Y a dónde ir sino a los Valle de los Dojos? Haskoz había oído hablar de aquel lugar en innumerables ocasiones. Un sitio construido y dedicado por y para el entrenamiento. El sitio ideal para lo que quería.
Eso, fue al Valle de los Dojos después de su combate contra Uchiha Akame. Eso fue lo que pasó. ¿Y luego?
En blanco.
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