16/02/2017, 18:55
(Última modificación: 16/02/2017, 18:56 por Uchiha Datsue.)
La samurai —Pink—, le respondió con evasivas respecto a su parche. No, aquello no era precisamente lo que necesitaba oír. Prefería recibir el mazazo de una vez y soportar el dolor como buenamente pudiese, a sentir como la tenaza de la incertidumbre le oprimía cada vez más el corazón, como si estuviese cayendo en caída libre, sin saber cuándo iba a estrellarse contra el suelo, pero con la certeza de que lo acabaría haciendo. Sin embargo, como no creía estar en condiciones de imponer su voluntad en modo alguno, optó por permanecer callado, mientras un picor muy molesto empezaba a surgir en su ojo izquierdo… o quizá donde debería estarlo.
—Me preocuparía más por ese tatuaje. Atiende, porque esto es muy grave.
Haskoz hizo acopio de toda su fuerza de voluntad para obedecerla y olvidarse del ojo. Cabe decir que no le costó tanto como pensaba. Las noticas que fue soltando Pink, a cuentagotas pero con precisión quirúrgica, tuvieron buena parte de culpa. Resultaba que se había enfrentado a un Kusagareño, y que, en un momento dado, había perdido los papeles.
Hasta allí todo era muy normal, pero luego la historia empezó a complicarse. En primera instancia, el Uchiha oía todo aquello como si le estuviesen narrando una película, una en la que tan solo compartía el nombre con el protagonista. Asimilar de buenas a primeras que no tan solo casi había perdido la cabeza, sino que también era el responsable de tres muertes no era fácil de digerir para un criajo recién salido de la academia, por mucho que se hubiese dado aires de grandeza por haber escapado de una pieza del Bosque de Azur.
Finalmente, la guinda del pastel. El giro de guion que toda buena historia debía tener: el tatuaje dibujado en su nuca era, en realidad, un sello maldito. Haskoz había leído algo sobre ello en alguna novela. Básicamente, lo usaban los “malos” para volverse más fuertes. Pese a que aquel hecho debería sorprenderle tanto o más como el resto de revelaciones, no supo por qué, no lo hizo tanto. Era como si, de algún modo, ya lo supiese de forma inconsciente. Quizá no un sello maldito en específico, pero sí algo raro. Porque no, tener regeneración divina de la noche a la mañana no era algo normal. Como tampoco el hecho de encontrarse con un tatuaje que antes no tenía.
—¿Sabe lo que más me sorprende de esta historia? —preguntó, curvando sus labios en una especie de sonrisa amarga. Su voz sonó rota:—. Que siga vivo.
Había matado a tres de sus hombres y seguía vivo. Se había internado en el Bosque de Azur y seguía cuerdo. Cerró los ojos y se repitió aquellas dos frases mentalmente, dejando que su espíritu se insuflase por un rayo de optimismo. De prepotencia. Después de toda la avalancha de malas noticias, creía merecerse un instante así.
Entonces abrió los ojos —el ojo, más bien—, y volvió a la realidad.
—Siento lo de sus hombres. —No lo sentía. Tenía tantas emociones encontradas que no había espacio para ninguna más. Quizá en un futuro, cuando pensase en las mujeres e hijos que había dejado enviudadas y sin padre, el remordimiento y la culpa le visitase en las noches de mayor insomnio. Pero no sería aquella noche—. Supongamos que ya he asimilado toda esta nueva información. —Cosa que era demasiado suponer—. ¿Sabe algo acerca de mi... de mi sello maldito? ¿Sabe si alguien puede quitármelo y solucionar todo esto?
—Me preocuparía más por ese tatuaje. Atiende, porque esto es muy grave.
Haskoz hizo acopio de toda su fuerza de voluntad para obedecerla y olvidarse del ojo. Cabe decir que no le costó tanto como pensaba. Las noticas que fue soltando Pink, a cuentagotas pero con precisión quirúrgica, tuvieron buena parte de culpa. Resultaba que se había enfrentado a un Kusagareño, y que, en un momento dado, había perdido los papeles.
Hasta allí todo era muy normal, pero luego la historia empezó a complicarse. En primera instancia, el Uchiha oía todo aquello como si le estuviesen narrando una película, una en la que tan solo compartía el nombre con el protagonista. Asimilar de buenas a primeras que no tan solo casi había perdido la cabeza, sino que también era el responsable de tres muertes no era fácil de digerir para un criajo recién salido de la academia, por mucho que se hubiese dado aires de grandeza por haber escapado de una pieza del Bosque de Azur.
Finalmente, la guinda del pastel. El giro de guion que toda buena historia debía tener: el tatuaje dibujado en su nuca era, en realidad, un sello maldito. Haskoz había leído algo sobre ello en alguna novela. Básicamente, lo usaban los “malos” para volverse más fuertes. Pese a que aquel hecho debería sorprenderle tanto o más como el resto de revelaciones, no supo por qué, no lo hizo tanto. Era como si, de algún modo, ya lo supiese de forma inconsciente. Quizá no un sello maldito en específico, pero sí algo raro. Porque no, tener regeneración divina de la noche a la mañana no era algo normal. Como tampoco el hecho de encontrarse con un tatuaje que antes no tenía.
—¿Sabe lo que más me sorprende de esta historia? —preguntó, curvando sus labios en una especie de sonrisa amarga. Su voz sonó rota:—. Que siga vivo.
Había matado a tres de sus hombres y seguía vivo. Se había internado en el Bosque de Azur y seguía cuerdo. Cerró los ojos y se repitió aquellas dos frases mentalmente, dejando que su espíritu se insuflase por un rayo de optimismo. De prepotencia. Después de toda la avalancha de malas noticias, creía merecerse un instante así.
Entonces abrió los ojos —el ojo, más bien—, y volvió a la realidad.
—Siento lo de sus hombres. —No lo sentía. Tenía tantas emociones encontradas que no había espacio para ninguna más. Quizá en un futuro, cuando pensase en las mujeres e hijos que había dejado enviudadas y sin padre, el remordimiento y la culpa le visitase en las noches de mayor insomnio. Pero no sería aquella noche—. Supongamos que ya he asimilado toda esta nueva información. —Cosa que era demasiado suponer—. ¿Sabe algo acerca de mi... de mi sello maldito? ¿Sabe si alguien puede quitármelo y solucionar todo esto?
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado