1/03/2017, 16:56
Los segundos pasan muy despacio mientras uno trata de controlar el esfinter, o al menos a Izumi se le estaban haciendo tremendamente largos. La chica mantenía clavaba su mirada en la de la posadera, a la que parecía que le costase trabajo articular las palabras. Por fin levantó la mano señalando hacia su diestra, justo a una puerta que había bajo la escalera
—¡Graciaaas!— ni siquiera espero a las palabras para salir corriendo, de hecho escuchó la voz de la señora ya en la distancia mientras abría la puerta a toda prisa
"Me cago, me cago, me cago" para decepción de la joven tras la puerta no estaba el baño, si no un largo pasillo que bien podía haber figurado en cualquier portada de un libro de terror, tan desvencijado como el resto de la posada "Corre Izumi, corre" la joven salió disparada y por fin llegó a la otra puerta, que abrió casi de una patada... una muy débil patada comparado con el ostion que recibió en el hocico. Ahora no sabía si cagar o vomitar primero
—¡Madre del Kyubi!— la joven se llevó ambas manos a la cara para taparse la nariz
"Esto es increíble... no deben haber limpiado desde antes de la destrucción de Konoha" repasó con la vista el escaso mobiliario y los muchos defectos que podía sacarle a aquel lugar "¿Pero si no hay váter?" la joven dio unos pasos hasta que reparó en una tapa de metal que había en el suelo "no... no... ¿en serio?" liberó una de sus manos para poder así elevar la tapa "Por el amor de Kenzou-sama..." la chica acababa de descubrir la "taza" del váter "Joder, creo que he visto moverse algo" Izumi estaba apunto de darse la vuelta y dejar la tapa en su sitio cuando un fuerte retortijón le recordó su situación "Maldición... tendré que hacerlo aquí..." volteo para proceder a cerrar la puerta y ¡sorpresa! no había pestillo
—Si mi abuela me viese... Una Sanshoo en este maldito lugar—
Negó con la cabeza, no sabía si reír o llorar ahora mismo. "Un momento" la kunoichi hizo un pequeño movimiento de muñeca y un kunai se colocó sobre su mano izquierda, acto seguido lo clavó en el marco de la puerta a modo de pestillo "Un problema menos". Así que sin más dilación procedió a finiquitar la faena. No le llevó mucho pues tanto aguantarse había convertido su estómago en una bomba así que sin más volvió a ajustarse la ropa rápidamente, se lavó las manos y la cara con agua, para justo después abandonar el baño con la misma prisa con la que había entrado. Respirar aquel aire debía de ser perjudicial para la salud. Cruzó el pasillo en dirección al bar de la posada, abrió la puerta para volver a estar en aquella solitaria y desvencijada estancia donde se encontraba la barra
"Pediré un bocadillo o algo rápido para llevar... no me fio demasiado de la cocina de este lugar viendo como estaba el baño"
Izumi se acercó hasta la barra, para después dirigirse a la "alegre"[/color] mesera
—Disculpe, señora— llamó la atención la joven —¿Podría poner un bocadillo de cualquier cosa para llevar?
Tampoco iba a ponerse esquisita después de evacuar donde lo había hecho, además tenía prisa. No quería quedarse allí, en mitad de la nada literal y figuradamente
—¡Graciaaas!— ni siquiera espero a las palabras para salir corriendo, de hecho escuchó la voz de la señora ya en la distancia mientras abría la puerta a toda prisa
"Me cago, me cago, me cago" para decepción de la joven tras la puerta no estaba el baño, si no un largo pasillo que bien podía haber figurado en cualquier portada de un libro de terror, tan desvencijado como el resto de la posada "Corre Izumi, corre" la joven salió disparada y por fin llegó a la otra puerta, que abrió casi de una patada... una muy débil patada comparado con el ostion que recibió en el hocico. Ahora no sabía si cagar o vomitar primero
—¡Madre del Kyubi!— la joven se llevó ambas manos a la cara para taparse la nariz
"Esto es increíble... no deben haber limpiado desde antes de la destrucción de Konoha" repasó con la vista el escaso mobiliario y los muchos defectos que podía sacarle a aquel lugar "¿Pero si no hay váter?" la joven dio unos pasos hasta que reparó en una tapa de metal que había en el suelo "no... no... ¿en serio?" liberó una de sus manos para poder así elevar la tapa "Por el amor de Kenzou-sama..." la chica acababa de descubrir la "taza" del váter "Joder, creo que he visto moverse algo" Izumi estaba apunto de darse la vuelta y dejar la tapa en su sitio cuando un fuerte retortijón le recordó su situación "Maldición... tendré que hacerlo aquí..." volteo para proceder a cerrar la puerta y ¡sorpresa! no había pestillo
—Si mi abuela me viese... Una Sanshoo en este maldito lugar—
Negó con la cabeza, no sabía si reír o llorar ahora mismo. "Un momento" la kunoichi hizo un pequeño movimiento de muñeca y un kunai se colocó sobre su mano izquierda, acto seguido lo clavó en el marco de la puerta a modo de pestillo "Un problema menos". Así que sin más dilación procedió a finiquitar la faena. No le llevó mucho pues tanto aguantarse había convertido su estómago en una bomba así que sin más volvió a ajustarse la ropa rápidamente, se lavó las manos y la cara con agua, para justo después abandonar el baño con la misma prisa con la que había entrado. Respirar aquel aire debía de ser perjudicial para la salud. Cruzó el pasillo en dirección al bar de la posada, abrió la puerta para volver a estar en aquella solitaria y desvencijada estancia donde se encontraba la barra
"Pediré un bocadillo o algo rápido para llevar... no me fio demasiado de la cocina de este lugar viendo como estaba el baño"
Izumi se acercó hasta la barra, para después dirigirse a la "alegre"[/color] mesera
—Disculpe, señora— llamó la atención la joven —¿Podría poner un bocadillo de cualquier cosa para llevar?
Tampoco iba a ponerse esquisita después de evacuar donde lo había hecho, además tenía prisa. No quería quedarse allí, en mitad de la nada literal y figuradamente