1/03/2017, 20:26
Ralexion casi salta sobre sí mismo cuando la voz del desconocido lo sobresaltó, pero consiguió inhibir el impulso. Giró sobre sus talones. Lo que le esperaba a su espalda no era algo que hubiera visto ni en sus sueños más salvajes. Se quedó paralizado, incapaz de decidir qué hacer, a la par que miraba de arriba a abajo al curioso personaje. Lo peor de todo es que su chaleco evidenciaba un nivel muy superior al del genin.
Se puso firme de inmediato. Rígido como una tabla, se acercó al hombre. «Este tipo... ¡es digno de un manga! No sabía que había gente tan rara en la aldea...».
—U-uzumaki Ralexion, señor —le respondió lo más formal que pudo—. ¿E-en qué puedo ayudarle?
Se puso firme de inmediato. Rígido como una tabla, se acercó al hombre. «Este tipo... ¡es digno de un manga! No sabía que había gente tan rara en la aldea...».
—U-uzumaki Ralexion, señor —le respondió lo más formal que pudo—. ¿E-en qué puedo ayudarle?