5/03/2017, 22:05
Para sorpresa de la chica, la voz que resonó en su cabeza no había sido imaginación suya. Nuevamente resonó en su cabeza como un pensamiento mas, pero que curiosamente ni era su voz ni su pensar. Ésta afirmó que no estaba perdiendo nada, refiriéndose claramente a la cabeza; no estaba perdiendo la cabeza. No pudo evitar girar de nuevo sobre sí misma, como una peonza rota. Para cuando llegó a avistar a la chica rubia a la distancia, ésta levantó la mano. Nuevamente la voz resonó en su cabeza, e inquirió ser ella la directora de la voz extraña.
El rostro de la pelirroja mostró una inocultable expresión de duda, no podía ser mas expresiva sin gritarlo. Incluso ladeó el rostro, incrédula ante la opción de que esa chica llegase a poder hablarle desde esa posición, y lo mas importante, sin mover los labios. ¿Qué clase de brujería era esa?
La kunoichi comenzó a deslizarse poco a poco hacia la orilla en que la rubia se encontraba. De lo único que podía estar seguro es de que no era enemiga, estaba en tierras propias. Cuando iba recortando las distancias, pudo incluso observar su bandana, por lo cuál no cabía duda de que era kunoicihi de Ame. Pero una cosa no quitaba la otra...
—¿Eres tu quien estaba hablandome... desde aquí? —Preguntó descaradamente. —Si... si no movías los labios... ¿cómo?
Ahora, era la pelirroja la que portaba una batería de preguntas para avasallar a la rubia. Le había dado la vuelta a la tortilla en un abrir y cerrar de ojos, pero después de todo... era lo más normal del mundo. La chica era mas curiosa que un gato.
El rostro de la pelirroja mostró una inocultable expresión de duda, no podía ser mas expresiva sin gritarlo. Incluso ladeó el rostro, incrédula ante la opción de que esa chica llegase a poder hablarle desde esa posición, y lo mas importante, sin mover los labios. ¿Qué clase de brujería era esa?
La kunoichi comenzó a deslizarse poco a poco hacia la orilla en que la rubia se encontraba. De lo único que podía estar seguro es de que no era enemiga, estaba en tierras propias. Cuando iba recortando las distancias, pudo incluso observar su bandana, por lo cuál no cabía duda de que era kunoicihi de Ame. Pero una cosa no quitaba la otra...
—¿Eres tu quien estaba hablandome... desde aquí? —Preguntó descaradamente. —Si... si no movías los labios... ¿cómo?
Ahora, era la pelirroja la que portaba una batería de preguntas para avasallar a la rubia. Le había dado la vuelta a la tortilla en un abrir y cerrar de ojos, pero después de todo... era lo más normal del mundo. La chica era mas curiosa que un gato.