7/03/2017, 00:12
La reacción del gennin cogió por sorpresa a los dos niños, que aunque se esperaban algún tipo de reprimenda, se mostraron sorprendidos ante las palabras del Uzumaki. Tal vez el llevar el mismo apellido que la actual Uzukage fuese mera coincidencia, pero aquel discurso pudo haber salido de los labios de Shiona con la misma efectividad. O casi.
El gordito se frotó las manos y bajó la mirada otra vez, avergonzado, mientras que su compañero se puso en pie secándose las lágrimas. Ralexion pudo ver a un niño menudo, moreno como el otro y de rostro muy infantil con los ojos, grandes, enrojecidos por el llanto.
—Los ninjas resuelven sus problemas... —aventuró Takeshi, aun sin estar muy seguro de lo que decía—. No somos unos acusicas.
El llamado Suneo se sorbió los mocos con un característico y asqueroso sonido.
—Lo... Lo siento, shinobi-kun... —balbuceó, e inmediatamente recibió una mirada reprobatoria de su compañero.
—Yo no quiero que ese sucio kusajin me cubra las espaldas, ni hoy ni nunca —sentenció Takeshi—. No se puede confiar en los lechugos como él... Sólo sirven para aprovecharse de los demás y arruinar nuestra Aldea.
El gordito se frotó las manos y bajó la mirada otra vez, avergonzado, mientras que su compañero se puso en pie secándose las lágrimas. Ralexion pudo ver a un niño menudo, moreno como el otro y de rostro muy infantil con los ojos, grandes, enrojecidos por el llanto.
—Los ninjas resuelven sus problemas... —aventuró Takeshi, aun sin estar muy seguro de lo que decía—. No somos unos acusicas.
El llamado Suneo se sorbió los mocos con un característico y asqueroso sonido.
—Lo... Lo siento, shinobi-kun... —balbuceó, e inmediatamente recibió una mirada reprobatoria de su compañero.
—Yo no quiero que ese sucio kusajin me cubra las espaldas, ni hoy ni nunca —sentenció Takeshi—. No se puede confiar en los lechugos como él... Sólo sirven para aprovecharse de los demás y arruinar nuestra Aldea.