16/03/2017, 00:47
La chica de cabellera rubia afianzó la presentación dando a conocer su agrado, a lo cuál la pelirroja sonrió y terminó por hacer una ligera reverencia. —Igualmente, Reika.
Su contestación tampoco tuvo el énfasis de su antagonista, pero igualmente tampoco es que le fuese la vida en la etiqueta. Se reincorporó rápidamente de su reverencia, típica y formal, y pese a sus dudas sobre la capacidad de leer la cabeza de la rubia, terminó por intentar controlar los pensamientos; no lo hizo por algo en especial, solo por si acaso. Igual, si leía la mente, seguramente estaría escuchando todo lo que pensaba, y eso haría que actuase como que no lo hacía... o quizás actuaba al contrario, anticipándose a esa primera opción... o... o quizás se adelantaba dos veces, y actuaba de esa primera manera a propósito con tal de engañarla.
Su tez era todo un poema, casi palideció dándole vueltas y vueltas al asunto. Pero antes de que terminase perdida en su mente, la chica volvió a lanzar una pregunta, ésta vez algo mas sencilla de responder, aunque realmente compleja en referencia a lo práctico. ¿Podía usar esa habilidad en tierra firme?
—Pues... la verdad, no lo he intentado aún... pero supongo que si se podría. —Respondió, olvidando por unos segundos ese jaleo mental. —Sería posible hacerlo si uso un poco mas de chakra bajo los pies... pero si aún no se usarlo bien sobre el agua, hacerlo sobre tierra será hasta mas complicado.
»Oye... perdona que pregunte, pero... ¿Lees los pensamientos, o solo puedes hablar por pensamientos sin escuchar lo que el otro piensa? Descarada y curiosa como un gato, la chica no pudo evitar lanzar la pregunta. Era como un teletubie en Racoon City, un sentimiento difícil de controlar. Maldita y traicionera curiosidad...
Su contestación tampoco tuvo el énfasis de su antagonista, pero igualmente tampoco es que le fuese la vida en la etiqueta. Se reincorporó rápidamente de su reverencia, típica y formal, y pese a sus dudas sobre la capacidad de leer la cabeza de la rubia, terminó por intentar controlar los pensamientos; no lo hizo por algo en especial, solo por si acaso. Igual, si leía la mente, seguramente estaría escuchando todo lo que pensaba, y eso haría que actuase como que no lo hacía... o quizás actuaba al contrario, anticipándose a esa primera opción... o... o quizás se adelantaba dos veces, y actuaba de esa primera manera a propósito con tal de engañarla.
Su tez era todo un poema, casi palideció dándole vueltas y vueltas al asunto. Pero antes de que terminase perdida en su mente, la chica volvió a lanzar una pregunta, ésta vez algo mas sencilla de responder, aunque realmente compleja en referencia a lo práctico. ¿Podía usar esa habilidad en tierra firme?
—Pues... la verdad, no lo he intentado aún... pero supongo que si se podría. —Respondió, olvidando por unos segundos ese jaleo mental. —Sería posible hacerlo si uso un poco mas de chakra bajo los pies... pero si aún no se usarlo bien sobre el agua, hacerlo sobre tierra será hasta mas complicado.
»Oye... perdona que pregunte, pero... ¿Lees los pensamientos, o solo puedes hablar por pensamientos sin escuchar lo que el otro piensa? Descarada y curiosa como un gato, la chica no pudo evitar lanzar la pregunta. Era como un teletubie en Racoon City, un sentimiento difícil de controlar. Maldita y traicionera curiosidad...