16/03/2017, 14:23
El calvo se presentó, generando una ligera sonrisa en Ralexion. «No conozco ese clan, pero así que un shinobi, ¿eh? El mundo de verdad es un pañuelo.».
—Un placer, Habaki-san —proclamó con cordialidad, siguiéndole.
Se sentó en el banco junto a su nuevo conocido. Ante su pregunta, se encogió de hombros.
—Pues a decir verdad yo también soy un ninja. ¿Y qué hacemos los ninja? —se carcajeó— Misiones, ¿verdad? Por eso me he tenido que cruzar medio mundo para llegar hasta aquí, para una misión.
—Un placer, Habaki-san —proclamó con cordialidad, siguiéndole.
Se sentó en el banco junto a su nuevo conocido. Ante su pregunta, se encogió de hombros.
—Pues a decir verdad yo también soy un ninja. ¿Y qué hacemos los ninja? —se carcajeó— Misiones, ¿verdad? Por eso me he tenido que cruzar medio mundo para llegar hasta aquí, para una misión.