17/03/2017, 20:46
El pelirrojo continuó observando a los pervertidos. Había que admitir que eran perseverantes, aunque sus intentos estaban rogando terminar en alguien cayéndose contra el duro suelo de piedra, haciéndose considerable daño, más del que se había hecho él al resbalar.
Karamaru había legado sobre su persona la "gran responsabilidad" de ser el que decidiera lo que se apostaban. Eso llevó a Ralexion a ser consciente de que no había pensado en nada concreto cuando dejó escapar tal sugerencia. Se llevó la mano al mentón, pensativo, con la mirada danzando por el techo.
—Qué te parece si... ¿nos apostamos una cena? —enarboló una enorme sonrisa— Yo apuesto a que no lo consiguen, si te parece bien.
Karamaru había legado sobre su persona la "gran responsabilidad" de ser el que decidiera lo que se apostaban. Eso llevó a Ralexion a ser consciente de que no había pensado en nada concreto cuando dejó escapar tal sugerencia. Se llevó la mano al mentón, pensativo, con la mirada danzando por el techo.
—Qué te parece si... ¿nos apostamos una cena? —enarboló una enorme sonrisa— Yo apuesto a que no lo consiguen, si te parece bien.