22/03/2017, 15:34
La joven pelirosa fue la primera en pronunciarse, tal y como había solicitado la sensei.
—Me llamo Izumi, heredera del clan Sanshōo— la joven decidió comenzar tal y como lo haría su abuela —Mis abuelos me inscribieron en la academia para que me convirtiese en una shinobi especialista en Iryō-Nin, al igual que el resto de los miembros de mi clan— prosiguió la joven con tranquilidad —Aunque no es algo en lo que destaque o disfrute— confesó la joven —Así que en la Academia me especialice en en Taijutsu y Kenjutsu, puesto que mi objetivo como kunoichi no es ser médico si no...— la joven se sonrojó un poco al recordar a Kenzou-sama —Me gustaría... ser guardaespaldas personal de Morikage-sama— no pudo ocultar el rubor
Al hablar de si misma, de su pasado, todos los presentes pudimos apreciar como algo había cambiado en ella. Lejos de una vida idílica como si fuera un camino de rosas, hasta el momento había tenido que esforzarse, hacer sacrificios y.. ¡Al fin supimos que era eso de los Sanshōo! De hecho iba a tener que seguir esforzándose tanto o más como había hecho hasta la fecha, quizás incluso aún tuviese que sacrificar más de lo que ya había sacrificado.
Era el turno de Jurete.
— Soy Eikyu Juro. Mi familia no es tan relevante ni conocida, pero eso nunca me ha importado realmente. Provengo de un linaje de antiguos marionetistas. Con permiso...
Cogió el fardo y lo desenvolvió. De él salió... ¡¿Un muñeco de madera?! Claro, una marioneta. No era para jugar aquello pero no pude evitar abrir los ojos de par en par. Me parecía algo extremadamente complejo y difícil, ¿como diantres se peleaba con eso? Me moría de ganas de pelear con Jurete...
— Gen es muy juguetón — bromeó Juro, antes de ponerse serio otra vez —. Mi abuela me instruyó en el arte de las marionetas, y aprendí desde niño. Pero las razones de que yo quiera serlo... mi único deseo era continuar con el linaje de mi familia, y seguir los pasos de mi madre. Por eso seguía aprendiendo las disciplinas ninja, en lugar de trabajar en la tienda que tiene mi hermana, aquí en la aldea. Y ese deseo aún sigue siendo mi motor para seguir adelante. Es lo que me motiva a seguir.
La marioneta había hecho una reverencia a la sensei, la cual sonrió de nuevo y después se paró delante de Izumi y servidor para alzar la mano. No pude evitarla y la mía se movió por puro instinto chocandola con la de madera de aquel artilugio.
— ¡Qué pasada, Jurete! exclamé sobresaltado y emocionado.
—Bueno, parece que me ha llegado el turno — dije en un extraño tono serio improvisado — Pues yo soy Sasagani Yota y aunque suene extraño, mis padres no eran shinobis. Bueno, mi padre hacia guardias en las puertas de la entrada, pero no estaba instruido en las artes ninja. Digamos que hacia de vigilante, pero nunca peleó.
*Y así el fue...*
Mis ojos se tornaron de un aspecto vidrioso, como cuando alguien hace esfuerzos inhumanos para evitar llorar.
— Fue un amigo de mi padre el que le instó a alistarme en la academia y así lo hicieron. La verdad es que no me he marcado cotas tan altas como Izumi. Estoy deseando verte al lado de Kenzou-sama velando por él — Lo decía de verdad. No trataba de burlarme, aunque cabía la posibilidad de que ella lo percibiera así — Hasta que un día nuestro vida feliz en familia se fue a la mierda. Asesinaron a mi padre un día como cualquier otro y se murió en mis brazos. A partir de entonces si que quise hacerme un shinobi fuerte y poderoso y os prometo que el hijo de puta que hizo eso lo pagará con la vida. Tarde o temprano, pero lo pagará. Y bueno, yo no tengo marionetas ni clanes que me definan pero si tengo el nintaijutsu, es mi gran aliado.
La sensei aplaudió.
— Muy interesantes las historias que habéis contado. Cada uno ha crecido de una forma distinta y cada uno tomará su propia senda. Pero a partir de ahora compartiréis la misma senda, ¿No os parece maravilloso? ¡Oh, qué despistada! Faltaba yo por presentarme. Bueno, bueno, pues yo soy Sora y la verdad es que no tengo una historia alucinante como las vuestras. Es tan simple como que mis padres deseaban que su hijita fuese ninja, son gente de cierto poder adquisitivo y bueno, supongo que se sentían mejor con alguien que supiera luchar. Y aquí me tenéis, jonnin y a carga de los gennins que defenderán Kusagakure el día de mañana, se podría decir que no me ha ido mal, ¿Eh? — Se detuvo un segundo como analizando lo que estaba por venir — Izumi, sé que voy a meterme donde no me llaman, pero debes tomar tu propia senda y no la que tu familia te dicte, si el ninjutsu médico no es lo tuyo especializate con el taijutsu y kenjutsu que dices que dominas, ¡Seguro que Kenzou-sama estará orgulloso de ti cuando seas su guardaespaldas! — puso la mano sobre la cabeza de la muchacha y la sacudió amablemente al mismo tiempo que le regalaba una sonrisa de oreja a oreja — Juro, Es asombroso lo que hacéis los marionetistas. Había oído historias de ellos pero nunca había tenido uno frente a mí. Y tu, Yota... La venganza, entiendo que te ha llevado a tomar esa senda pero te equivocas. Quitarle la vida no aliviará tu dolor, ni siquiera hará volver a tu padre, usa tu nintaijutsu sabiamente
— Ya lo sé. Simplemente es algo que debo hacer respondí en tono seco. No me gustaba que opinasen sobre aquel tema. Iba a vengarme y punto.
— Aunque tengo curiosidad por algo, dices que dominas el nintaijutsu. Chicos, pero los que no sepáis lo que es eso, se trata de combinar el ninjutsu con el taijutsu, normalmente se hace con ninjutsu elemental. ¿Con qué elemento lo combinas?
— Oh, si, se me olvidaron los detalles jeje... — Estiré mi brazo y alcé el puño dejando un angulo de 90 grados en el codo y de repente la extremidad por completo quedó envuelta en una capa de chakra chisporreante. — digamos que el raiton y yo hacemos buenas migas
—Me llamo Izumi, heredera del clan Sanshōo— la joven decidió comenzar tal y como lo haría su abuela —Mis abuelos me inscribieron en la academia para que me convirtiese en una shinobi especialista en Iryō-Nin, al igual que el resto de los miembros de mi clan— prosiguió la joven con tranquilidad —Aunque no es algo en lo que destaque o disfrute— confesó la joven —Así que en la Academia me especialice en en Taijutsu y Kenjutsu, puesto que mi objetivo como kunoichi no es ser médico si no...— la joven se sonrojó un poco al recordar a Kenzou-sama —Me gustaría... ser guardaespaldas personal de Morikage-sama— no pudo ocultar el rubor
Al hablar de si misma, de su pasado, todos los presentes pudimos apreciar como algo había cambiado en ella. Lejos de una vida idílica como si fuera un camino de rosas, hasta el momento había tenido que esforzarse, hacer sacrificios y.. ¡Al fin supimos que era eso de los Sanshōo! De hecho iba a tener que seguir esforzándose tanto o más como había hecho hasta la fecha, quizás incluso aún tuviese que sacrificar más de lo que ya había sacrificado.
Era el turno de Jurete.
— Soy Eikyu Juro. Mi familia no es tan relevante ni conocida, pero eso nunca me ha importado realmente. Provengo de un linaje de antiguos marionetistas. Con permiso...
Cogió el fardo y lo desenvolvió. De él salió... ¡¿Un muñeco de madera?! Claro, una marioneta. No era para jugar aquello pero no pude evitar abrir los ojos de par en par. Me parecía algo extremadamente complejo y difícil, ¿como diantres se peleaba con eso? Me moría de ganas de pelear con Jurete...
— Gen es muy juguetón — bromeó Juro, antes de ponerse serio otra vez —. Mi abuela me instruyó en el arte de las marionetas, y aprendí desde niño. Pero las razones de que yo quiera serlo... mi único deseo era continuar con el linaje de mi familia, y seguir los pasos de mi madre. Por eso seguía aprendiendo las disciplinas ninja, en lugar de trabajar en la tienda que tiene mi hermana, aquí en la aldea. Y ese deseo aún sigue siendo mi motor para seguir adelante. Es lo que me motiva a seguir.
La marioneta había hecho una reverencia a la sensei, la cual sonrió de nuevo y después se paró delante de Izumi y servidor para alzar la mano. No pude evitarla y la mía se movió por puro instinto chocandola con la de madera de aquel artilugio.
— ¡Qué pasada, Jurete! exclamé sobresaltado y emocionado.
—Bueno, parece que me ha llegado el turno — dije en un extraño tono serio improvisado — Pues yo soy Sasagani Yota y aunque suene extraño, mis padres no eran shinobis. Bueno, mi padre hacia guardias en las puertas de la entrada, pero no estaba instruido en las artes ninja. Digamos que hacia de vigilante, pero nunca peleó.
*Y así el fue...*
Mis ojos se tornaron de un aspecto vidrioso, como cuando alguien hace esfuerzos inhumanos para evitar llorar.
— Fue un amigo de mi padre el que le instó a alistarme en la academia y así lo hicieron. La verdad es que no me he marcado cotas tan altas como Izumi. Estoy deseando verte al lado de Kenzou-sama velando por él — Lo decía de verdad. No trataba de burlarme, aunque cabía la posibilidad de que ella lo percibiera así — Hasta que un día nuestro vida feliz en familia se fue a la mierda. Asesinaron a mi padre un día como cualquier otro y se murió en mis brazos. A partir de entonces si que quise hacerme un shinobi fuerte y poderoso y os prometo que el hijo de puta que hizo eso lo pagará con la vida. Tarde o temprano, pero lo pagará. Y bueno, yo no tengo marionetas ni clanes que me definan pero si tengo el nintaijutsu, es mi gran aliado.
La sensei aplaudió.
— Muy interesantes las historias que habéis contado. Cada uno ha crecido de una forma distinta y cada uno tomará su propia senda. Pero a partir de ahora compartiréis la misma senda, ¿No os parece maravilloso? ¡Oh, qué despistada! Faltaba yo por presentarme. Bueno, bueno, pues yo soy Sora y la verdad es que no tengo una historia alucinante como las vuestras. Es tan simple como que mis padres deseaban que su hijita fuese ninja, son gente de cierto poder adquisitivo y bueno, supongo que se sentían mejor con alguien que supiera luchar. Y aquí me tenéis, jonnin y a carga de los gennins que defenderán Kusagakure el día de mañana, se podría decir que no me ha ido mal, ¿Eh? — Se detuvo un segundo como analizando lo que estaba por venir — Izumi, sé que voy a meterme donde no me llaman, pero debes tomar tu propia senda y no la que tu familia te dicte, si el ninjutsu médico no es lo tuyo especializate con el taijutsu y kenjutsu que dices que dominas, ¡Seguro que Kenzou-sama estará orgulloso de ti cuando seas su guardaespaldas! — puso la mano sobre la cabeza de la muchacha y la sacudió amablemente al mismo tiempo que le regalaba una sonrisa de oreja a oreja — Juro, Es asombroso lo que hacéis los marionetistas. Había oído historias de ellos pero nunca había tenido uno frente a mí. Y tu, Yota... La venganza, entiendo que te ha llevado a tomar esa senda pero te equivocas. Quitarle la vida no aliviará tu dolor, ni siquiera hará volver a tu padre, usa tu nintaijutsu sabiamente
— Ya lo sé. Simplemente es algo que debo hacer respondí en tono seco. No me gustaba que opinasen sobre aquel tema. Iba a vengarme y punto.
— Aunque tengo curiosidad por algo, dices que dominas el nintaijutsu. Chicos, pero los que no sepáis lo que es eso, se trata de combinar el ninjutsu con el taijutsu, normalmente se hace con ninjutsu elemental. ¿Con qué elemento lo combinas?
— Oh, si, se me olvidaron los detalles jeje... — Estiré mi brazo y alcé el puño dejando un angulo de 90 grados en el codo y de repente la extremidad por completo quedó envuelta en una capa de chakra chisporreante. — digamos que el raiton y yo hacemos buenas migas
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa