26/03/2017, 19:25
Con las presentaciones hechas y alguna que otra demostración de las habilidades de unos y otros, así como el espectáculo de Juro y Gen o la particular técnica de Yota era hora de pasar a lo siguiente. En lo personal ardía en deseos de un poco de acción.
— ¡Bien! Ahora ya nos conocemos todos así que ha llegado la hora de ponernos en marcha. El camino para convertiros en chunnins está un poco más cerca
Sora se levantó de su asiento improvisado, pero sin apartar la mirada de sus nuevos pupilos.
— Vamos, seguidme o se nos quedará el pompis cuadrado
Me levanté en cuanto dio la orden y me puse a seguirla esperando que los demás hicieran lo propio.
Atravesamos la aldea, dirigiéndonos hasta las afueras, más allá de las murallas que nos protegían de los males que acechaban alrededor de aquellos frondosos bosques y finalmente nos encontramos ante un gran vallado metálico en el que se divisaba una puerta encajada, también metálica y en la que se divisaba un cartel.
— Bueno, ya hemos llegado. Antes de hacer una misión tenéis que aprender a trabajar en equipo, no dudo de vuestras habilidades a nivel individual, pero ahora necesitáis compenetraros para cuando Kenzou-sama nos necesite
La pelirosa abrió la puerta y con el brazo indicó que entrásemos.
— No puedo daros detalles de lo que hay dentro. Lo único que puedo deciros es que lo he dejado todo dispuesto. No temáis, se trata de una zona de entrenamiento y en cada momento recibiréis la indicaciones necesarias para seguir adelante, ni una más ni una menos. Yo os esperaré al final de la prueba. Venga, ¡En marcha!
— ¿Una prueba? ¿Nosotros solos? — respondí algo decepcionado.
No sé realmente si esperaba una misión, pero lo que no esperaba era un "juego". Resignado, me encogí de hombros, hice una mirada fugaz a mis compañeros y crucé el umbral de la puerta. La zona se veía oscura bajo el manto de las copas de los árboles que componían aquel lugar y lo cierto es que no se podía ver demasiado lejos debido a la penumbra que creaban.
— ¡Bien! Ahora ya nos conocemos todos así que ha llegado la hora de ponernos en marcha. El camino para convertiros en chunnins está un poco más cerca
Sora se levantó de su asiento improvisado, pero sin apartar la mirada de sus nuevos pupilos.
— Vamos, seguidme o se nos quedará el pompis cuadrado
Me levanté en cuanto dio la orden y me puse a seguirla esperando que los demás hicieran lo propio.
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Atravesamos la aldea, dirigiéndonos hasta las afueras, más allá de las murallas que nos protegían de los males que acechaban alrededor de aquellos frondosos bosques y finalmente nos encontramos ante un gran vallado metálico en el que se divisaba una puerta encajada, también metálica y en la que se divisaba un cartel.
Prohibido el paso. Área restringida
— Bueno, ya hemos llegado. Antes de hacer una misión tenéis que aprender a trabajar en equipo, no dudo de vuestras habilidades a nivel individual, pero ahora necesitáis compenetraros para cuando Kenzou-sama nos necesite
La pelirosa abrió la puerta y con el brazo indicó que entrásemos.
— No puedo daros detalles de lo que hay dentro. Lo único que puedo deciros es que lo he dejado todo dispuesto. No temáis, se trata de una zona de entrenamiento y en cada momento recibiréis la indicaciones necesarias para seguir adelante, ni una más ni una menos. Yo os esperaré al final de la prueba. Venga, ¡En marcha!
— ¿Una prueba? ¿Nosotros solos? — respondí algo decepcionado.
No sé realmente si esperaba una misión, pero lo que no esperaba era un "juego". Resignado, me encogí de hombros, hice una mirada fugaz a mis compañeros y crucé el umbral de la puerta. La zona se veía oscura bajo el manto de las copas de los árboles que componían aquel lugar y lo cierto es que no se podía ver demasiado lejos debido a la penumbra que creaban.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa