2/04/2017, 22:33
Afortunadamente el hombre se detuvo y empezó a responder mis preguntas, escuché con atención sus palabras. ”Descripción coherente… Quizás tenga alguna foto…” Pensé en el peor de los casos. -Entiendo…- Comenté para hacerle saber que atendía a su comunicado.
-Gracias por cooperar.- Dije en tono amable, sin embargo, las palabras que vinieron luego fueron bastante desalentadoras para mi persona, “el castigo” retumbó en mi cabeza por algunos segundos, para cuando me di cuenta aquel sujeto ya se había marchado. - La Arashikage nos dio esta misión porque confía en nosotros y sabe que podemos cumplirla.- Me dije dando ánimos, no obstante, aún no me convencía del todo. -¿No?- Dudé.
La misión debía cumplirse satisfactoriamente y aquel comentario no me haría derrumbar, así que me dirigí a la tienda decidido a que todo iría a nuestro favor y que sería más fácil que pelar una mandarina. Al entrar, mi bienvenida la realizó aquel aroma característico, aquella esencia me pareció un tanto repugnante pero estaba seguro que en pocos minutos me acostumbraría y sino trataría de salir lo más rápido de ahí.
Mis ojos pasearon rápidamente por los estantes, observando la comida, los accesorios y juguetes gatunos, me topé con la silueta de Mogura y entonces empecé a buscar a Hazegawa, pero mis orbes no lo localizaron por ningún rincón de la tienda. -Mogura,¿ has visto a Haze? – Pregunté mientras me acercaba al mostrador.
La bola de pelos que estaba descansando en el mostrador era bastante grande, mis ojos se posaron en sus ojos, quién parecía no apartarlos de mí, la sensación que me provocó fue un tanto rara ¿Acaso pretendía saltarme? Sí así fuese no me preocupaba mucho, aquel mínimo parecía ser bastante flojo como para atreverse a atacarme. Un poco más allá visualicé la figura de una señora mayor quien se mecía en una silla ”¿Está dormida?” Fue mi primera impresión.
Me detuve a dos pasos del mostrador, pensaba en acariciar un poco al gato, pero luego desistí ¿y sí en verdad estaba loca y se enojaba?
Con un tono de voz bajo pronuncie. -Buenos días, somos los ninjas que envió la Arashikage.-
-Gracias por cooperar.- Dije en tono amable, sin embargo, las palabras que vinieron luego fueron bastante desalentadoras para mi persona, “el castigo” retumbó en mi cabeza por algunos segundos, para cuando me di cuenta aquel sujeto ya se había marchado. - La Arashikage nos dio esta misión porque confía en nosotros y sabe que podemos cumplirla.- Me dije dando ánimos, no obstante, aún no me convencía del todo. -¿No?- Dudé.
La misión debía cumplirse satisfactoriamente y aquel comentario no me haría derrumbar, así que me dirigí a la tienda decidido a que todo iría a nuestro favor y que sería más fácil que pelar una mandarina. Al entrar, mi bienvenida la realizó aquel aroma característico, aquella esencia me pareció un tanto repugnante pero estaba seguro que en pocos minutos me acostumbraría y sino trataría de salir lo más rápido de ahí.
Mis ojos pasearon rápidamente por los estantes, observando la comida, los accesorios y juguetes gatunos, me topé con la silueta de Mogura y entonces empecé a buscar a Hazegawa, pero mis orbes no lo localizaron por ningún rincón de la tienda. -Mogura,¿ has visto a Haze? – Pregunté mientras me acercaba al mostrador.
La bola de pelos que estaba descansando en el mostrador era bastante grande, mis ojos se posaron en sus ojos, quién parecía no apartarlos de mí, la sensación que me provocó fue un tanto rara ¿Acaso pretendía saltarme? Sí así fuese no me preocupaba mucho, aquel mínimo parecía ser bastante flojo como para atreverse a atacarme. Un poco más allá visualicé la figura de una señora mayor quien se mecía en una silla ”¿Está dormida?” Fue mi primera impresión.
Me detuve a dos pasos del mostrador, pensaba en acariciar un poco al gato, pero luego desistí ¿y sí en verdad estaba loca y se enojaba?
Con un tono de voz bajo pronuncie. -Buenos días, somos los ninjas que envió la Arashikage.-