17/06/2015, 22:32
No pudo resistirse a la tentación y por ello le jugó aquella broma tan infantil a aquél albino desconocido. Puede que haya sido alguna especie de error el haberle sorprendido de tal manera o incluso intentar relacionarse con él, pues podría ser alguno de esos ricachones que gustan de pagar a las mujeres para que les hagan ciertos favores pero... Tatsuko ignora todas esas cosas, inclusive nunca llegó a entender por qué algunos hombres la apartan cuando se les pega como su hermana hace consigo misma.
- ¿Me hablas a mi? - Preguntó con inocencia mirando detrás suyo por si encontraba a alguien más. Al no encontrar a nadie volvió la mirada al albino. - ¿A mi...? Hablas raro. - Ya estaba empezando a aumentar la velocidad de su palabrerío y en cualquier momento pasaría aquello digno de niños hiperactivos.
"¿Que TE sucede y que QUIERE? Lo primero si me lo dijo a mi pero y... ¿Lo segundo? No, no entiendo." Nuevamente la mirada rosada de la kunoichi se posó en el rostro de su nueva víctima y ladeó un poco la cabeza. - ¿O hablas solo...? Nomepasanada, solameabu... ¡Agh! - Así fue como la pelirroja se calló al fin tras morderse la lengua, además de acuclillarse y posar ambas manos en su cara tapándose la boca. - ¡DOLIÓ! -
¿Qué es lo que pensará el joven que tiene delante...? Nada, no es de importancia, por lo menos para ella. De cualquier manera, Tatsuko no tardó demasiado en volver a levantarse y, pese a la mueca de dolor en su rostro, continuó hablando. - Me aburro... - Dijo completando lo que había empezado a decir antes de morderse la lengua.
- ¿Me hablas a mi? - Preguntó con inocencia mirando detrás suyo por si encontraba a alguien más. Al no encontrar a nadie volvió la mirada al albino. - ¿A mi...? Hablas raro. - Ya estaba empezando a aumentar la velocidad de su palabrerío y en cualquier momento pasaría aquello digno de niños hiperactivos.
"¿Que TE sucede y que QUIERE? Lo primero si me lo dijo a mi pero y... ¿Lo segundo? No, no entiendo." Nuevamente la mirada rosada de la kunoichi se posó en el rostro de su nueva víctima y ladeó un poco la cabeza. - ¿O hablas solo...? Nomepasanada, solameabu... ¡Agh! - Así fue como la pelirroja se calló al fin tras morderse la lengua, además de acuclillarse y posar ambas manos en su cara tapándose la boca. - ¡DOLIÓ! -
¿Qué es lo que pensará el joven que tiene delante...? Nada, no es de importancia, por lo menos para ella. De cualquier manera, Tatsuko no tardó demasiado en volver a levantarse y, pese a la mueca de dolor en su rostro, continuó hablando. - Me aburro... - Dijo completando lo que había empezado a decir antes de morderse la lengua.