7/04/2017, 12:31
Acababa de poner la mano sobre el posamanos de la escalera, cuando se fijó tras estás se encontraba una puerta sin ningún tipo de identificación. En cierta forma, o al menos eso le pareció a ella, casi parecía querer permanecer oculta con discrección. Sin embargo, ahora mismo no tenía tiempo para satisfacer su curiosidad... tenía una misión que cumplir. Así que sin más la chica ascendió por aquellos escalones que se ordenaban en forma de caracol, hasta llegar a la planta superior.
"Bingo" casi celebró la joven al encontrarse prácticamente frente a su objetivo, pues la puerta del almacén la esperaba al fondo del pasillo correctamente señalizada por un cartel "Bueno, un problema menos..." los temores de la joven de perderse en la búsqueda del almacén se disipaban. De hecho, ahora incluso se encontraba un poco más animada... todo le parecía tan fácil ahora que avanzaba a través de aquel pasillo "Llegar, entrar, coger, reponer y largarme de este sitio" no pudo evitar dar un par de palmadas con las manos, el día empezaba a mejorar.
Se detuvo frente a la puerta, sacó el llavero y buscó la llave correspondiente, sin más dilación abrió la puerta mientras avanzaba hacia el interior del almacén.
"¿qué...?" Izumi se quedó prácticamente congelada un instante, con la mano sujetando el pomo de la puerta mientras su mirada se perdía en el caos que reinaba en aquel almacén, mirase donde mirase nada estaba en su sitio. El contraste con el exquisito y pulcro orden de la tienda era demencial, allí pasaba algo raro "Esto no es normal" la chica soltó el pomo de la puerta y avanzó un par de pasos más hacia el interior, aún incrédula.
—Cierra la puerta al entrar al almacén, no queremos que se escapen. El chico de antiplagas vendrá en un par de días. —
En un acto reflejo se llevó la mano al pecho, la repentina apareció de la mujer a su espalda casi le cuesta un infarto. La pelirosa se volteó hacia la mujer, aún recuperándose del susto —Vaya susto...— murmuró para sí misma mientras se acercaba hasta la puerta para cerrarla "Así que una plaga..." cerró la puerta y vio que está estaba totalmente destrozada "Puff..." fuese lo que fuese lo que había hecho aquello seguro que no era simpático —¿Qué tipo de plaga?— preguntó la joven mientras se daba la vuelta y avanzaba un poco en el almacén. Al fondo pudo divisar otra puerta en un estado lamentable, parecía ser una continuación del almacén pero esta no estaba señalizada.
Encontrar todo lo que necesitaba allí le iba a llevar un buen rato, eso sin contar con la posibilidad que la "plaga" hiciese acto de presencia, pues fuese lo que fuese debía de ser grande y con malas pulgas "Me pregunto si en lugar de contratar shinobis para reponer no lo habrá hecho para que nos encarguemos de lo que sea que haya en este almacén..."
"Bingo" casi celebró la joven al encontrarse prácticamente frente a su objetivo, pues la puerta del almacén la esperaba al fondo del pasillo correctamente señalizada por un cartel "Bueno, un problema menos..." los temores de la joven de perderse en la búsqueda del almacén se disipaban. De hecho, ahora incluso se encontraba un poco más animada... todo le parecía tan fácil ahora que avanzaba a través de aquel pasillo "Llegar, entrar, coger, reponer y largarme de este sitio" no pudo evitar dar un par de palmadas con las manos, el día empezaba a mejorar.
Se detuvo frente a la puerta, sacó el llavero y buscó la llave correspondiente, sin más dilación abrió la puerta mientras avanzaba hacia el interior del almacén.
"¿qué...?" Izumi se quedó prácticamente congelada un instante, con la mano sujetando el pomo de la puerta mientras su mirada se perdía en el caos que reinaba en aquel almacén, mirase donde mirase nada estaba en su sitio. El contraste con el exquisito y pulcro orden de la tienda era demencial, allí pasaba algo raro "Esto no es normal" la chica soltó el pomo de la puerta y avanzó un par de pasos más hacia el interior, aún incrédula.
—Cierra la puerta al entrar al almacén, no queremos que se escapen. El chico de antiplagas vendrá en un par de días. —
En un acto reflejo se llevó la mano al pecho, la repentina apareció de la mujer a su espalda casi le cuesta un infarto. La pelirosa se volteó hacia la mujer, aún recuperándose del susto —Vaya susto...— murmuró para sí misma mientras se acercaba hasta la puerta para cerrarla "Así que una plaga..." cerró la puerta y vio que está estaba totalmente destrozada "Puff..." fuese lo que fuese lo que había hecho aquello seguro que no era simpático —¿Qué tipo de plaga?— preguntó la joven mientras se daba la vuelta y avanzaba un poco en el almacén. Al fondo pudo divisar otra puerta en un estado lamentable, parecía ser una continuación del almacén pero esta no estaba señalizada.
Encontrar todo lo que necesitaba allí le iba a llevar un buen rato, eso sin contar con la posibilidad que la "plaga" hiciese acto de presencia, pues fuese lo que fuese debía de ser grande y con malas pulgas "Me pregunto si en lugar de contratar shinobis para reponer no lo habrá hecho para que nos encarguemos de lo que sea que haya en este almacén..."