11/04/2017, 11:56
Como cabía esperar, Karamaru no tuvo ningún problema a la hora de quitarse de encima al joven e inexperto Tanabe cuando este trató de golpearle. No obstante, su hermano Yuki se lanzó como un pequeño rayo contra el calvo, saltando y agarrándose a su espalda como si de un mono rabioso se tratara, tomando por sorpresa al genin. Comenzó a gritarle en el oído como un energúmeno.
Acto seguido, Tanabe volvió a la carga aprovechando la confusión, propinándole una patada en la espinilla a Karamaru. Era un niño, pero aún así dolía.
Para rematar la situación, el pequeño volvió a comenzar a llorar. Finalmente la jauría de sonidos que se desarollaba muy cerca de él había perturbado su sueño.
Era, sin lugar a dudas, un ataque conjunto entre hermanos.