17/04/2017, 23:44
Tanabe se cruzó de brazos de una forma algo cómica. Su hermano, al verlo, se apresuró en pos de imitarlo. La mirada del moreno lo decía todo: juzgaba enormemente a Karamaru, a pesar de que solo era un mozalbete que no sabía ni la mitad que el calvo.
—¿No me digas que no tienes ni idea de cuidar a un bebé? Menos mal que estamos nosotros aquí, o temería por la vida de mi hermano pequeño —señaló al pelado con un índice acusador— ¿Sabes preparar un biberón, o cambiar pañales? Mitsunari necesita que lo cuides, ¿sabes?
»No huelo a caca, así que supongo que mi hermanito tiene hambre. Vamos a la cocina, ¿okay? Te enseñaré cómo hacerlo, calvo tonto.
—¿No me digas que no tienes ni idea de cuidar a un bebé? Menos mal que estamos nosotros aquí, o temería por la vida de mi hermano pequeño —señaló al pelado con un índice acusador— ¿Sabes preparar un biberón, o cambiar pañales? Mitsunari necesita que lo cuides, ¿sabes?
»No huelo a caca, así que supongo que mi hermanito tiene hambre. Vamos a la cocina, ¿okay? Te enseñaré cómo hacerlo, calvo tonto.