18/04/2017, 15:38
Tanabe arrugó exageradamente el gesto. Definitivamente, sospechaba del ninja. No dijo nada, se limitó a asentirle a Karamaru con semblante molesto, permitiendo que el pelado se marchara a la cocina. Cuando se encontró solo con sus hermanos, habló.
—Yuki, cuida de Mitsunari, yo voy a descubrir qué oculta este tipo en la cocina sí o sí...
—¡Señor, sí, señor! —afirmó con tono adorable, imitando el saludo militar.
El muchacho moreno se escabulló a través de la puerta principal, bordeando la casa y el jardín hasta llegar al lado izquierdo, donde se encontraba la cocina. Observó el interior desde una de las ventanas, asegurándose de que Karamaru no le pillara.
Extrañamente, el shinobi parecía inmerso en la tarea de prepararle un biberón al pequeño Mitsunari a pesar de que no tenía ni idea de dónde se encontraban los útiles necesarios para ello. No obstante, Tanabe no sería convencido tan fácilmente. Con los ojos entrecerrados por la sospecha, escaneó visualmente el lugar hasta que se dio cuenta del vaso de agua que estaba encima del refrigerador.
—Debe de ser eso... ese extraño vaso de agua... —se dijo para sí tras agacharse, apartándose de la vista— El tonto este lo trama como si fuera oro, que raro...
—Yuki, cuida de Mitsunari, yo voy a descubrir qué oculta este tipo en la cocina sí o sí...
—¡Señor, sí, señor! —afirmó con tono adorable, imitando el saludo militar.
El muchacho moreno se escabulló a través de la puerta principal, bordeando la casa y el jardín hasta llegar al lado izquierdo, donde se encontraba la cocina. Observó el interior desde una de las ventanas, asegurándose de que Karamaru no le pillara.
Extrañamente, el shinobi parecía inmerso en la tarea de prepararle un biberón al pequeño Mitsunari a pesar de que no tenía ni idea de dónde se encontraban los útiles necesarios para ello. No obstante, Tanabe no sería convencido tan fácilmente. Con los ojos entrecerrados por la sospecha, escaneó visualmente el lugar hasta que se dio cuenta del vaso de agua que estaba encima del refrigerador.
—Debe de ser eso... ese extraño vaso de agua... —se dijo para sí tras agacharse, apartándose de la vista— El tonto este lo trama como si fuera oro, que raro...