19/04/2017, 20:59
Cuando Karamaru entró al salón se topó con Yuki sentado en el sofá, en sus brazos estaba Mitsunari, riendo las gracias de su hermano. Parecía que el chico rubio era bueno a la hora de ocuparse del bebé.
Pero no había ni rastro de Tanabe. El joven había entrado a la cocina por la puerta trasera tan pronto el calvo terminó de preparar el biberón y se lo llevó. Desafortunadamente para él, su altura le impedía alcanzar el vaso de agua entregado por Yui-sama; no obstante, era lo suficientemente inteligente como para llevar una silla de la cocina, plantarla frente al electrodoméstico y alcanzar -por los pelos- el recipiente.
Incluso aunque Karamaru corriera de vuelta a la cocina, ya encontraría al muchacho con el vaso en las manos.
—Qué raro... ¿esto es solo agua, no? No lo entiendo...
Pero no había ni rastro de Tanabe. El joven había entrado a la cocina por la puerta trasera tan pronto el calvo terminó de preparar el biberón y se lo llevó. Desafortunadamente para él, su altura le impedía alcanzar el vaso de agua entregado por Yui-sama; no obstante, era lo suficientemente inteligente como para llevar una silla de la cocina, plantarla frente al electrodoméstico y alcanzar -por los pelos- el recipiente.
Incluso aunque Karamaru corriera de vuelta a la cocina, ya encontraría al muchacho con el vaso en las manos.
—Qué raro... ¿esto es solo agua, no? No lo entiendo...