20/04/2017, 16:26
Ralexion le dedicó una profunda mirada a su interlocutor, quedándose con detalles importantes como el protector frontal, las cicatrices de sus brazos o la espada que colgaba a su espalda. Continuó sonriendo, consciente de que se encontraba en la presencia de un camarada de aldea.
Negó varias veces, ladeando el rostro de izquierda a derecha.
—Qué va, me lo han contado los del hostal donde me hospedo. Parece que todo el mundo de la ciudad conoce de sobra lo que pasó aquí. Fue un escándalo o algo así —explicó sin parar de gesticular—. ¡Vivo en Uzushiogakure! No me suena verte por la academia, ¿eres un Chūnin?