20/04/2017, 18:19
Para Akame no pasó desapercibido como aquel chico observaba con poco disimulo los detalles de su propia figura que le caracterizaban como ninja. El moreno se detuvo primero en su bandana con la insignia del Remolino, luego en sus brazos y finalmente en el tanto de blanca empuñadura que llevaba atado al cinturón.
Luego contestó y, cuando finalmente reveló su propia condición de shinobi, Akame no hizo sino ensanchar aun más la tranquila sonrisa que siempre lucía. «¿Un chuunin? ¡Ya me gustaría!».
—Vaya, no sabía que estaba hablando con un compañero de Aldea —admitió, haciendo una leve inclinación de cabeza—. Uchiha Akame. Y no, no soy un chuunin... Todavía —añadió con confianza.
Entonces fue él quien buscó la bandana de Uzu en alguna parte del atuendo de aquel chico —extrañado de no haberla visto antes—, pero no la encontró. ¿Acaso estaba de vacaciones? Akame asintió, pensativo.
—¿Así que estás en la Academia? Entonces, te deseo suerte para el examen de graduación.
Luego contestó y, cuando finalmente reveló su propia condición de shinobi, Akame no hizo sino ensanchar aun más la tranquila sonrisa que siempre lucía. «¿Un chuunin? ¡Ya me gustaría!».
—Vaya, no sabía que estaba hablando con un compañero de Aldea —admitió, haciendo una leve inclinación de cabeza—. Uchiha Akame. Y no, no soy un chuunin... Todavía —añadió con confianza.
Entonces fue él quien buscó la bandana de Uzu en alguna parte del atuendo de aquel chico —extrañado de no haberla visto antes—, pero no la encontró. ¿Acaso estaba de vacaciones? Akame asintió, pensativo.
—¿Así que estás en la Academia? Entonces, te deseo suerte para el examen de graduación.