20/04/2017, 19:40
Nada más comenzar a hablar, la peliplateada lanzó un golpe que por culpa de su intervención acabó desviándose debido al sobresalto que provocó en la joven.
—Lo siento, lo siento— se disculpó Izumi mientras el shinai caía al suelo de entre las manos de la otra kunoichi que se giró nerviosa en busca de quién la había asustado —perdona no pretendía asustarte— mostró la palma de las manos en señal de disculpa.
La pelirosa se esperaba una queja, una reprimenda, un algo... pero de los labios de aquella joven no salió palabra alguna. Solo la mirada de aquellos ojos color lavanda que parecían escrutarle el alma por un instante. Tras esto le dedico una reverencia que Izumi respondió al instante, un tanto confusa ante la falta de cualquier tipo de protesta. Acto seguido, buscó el shinai casi con desesperación ante la mirada de la Sanshoo. Lo tomó del suelo y se lo ofreció con ambas manos "¿Qué?" en un acto reflejo tomo el arma de práctica con ambas manos y respondiendo a la reverencia de la que se lo ofrecía .
A continuación, le señaló al muñeco de práctica, hizo un ademán de corte y tras esto, lo que parecía una suplica —No hace falta— aquella forma de pedirle que le mostrase un corte le resultaba un poco incómoda —de verdad— empujada por la actitud de la chica sin palabras, se situó frente al muñeco de práctica
—Lo que te quería decir, es que no se corta con los brazos— la joven movió el shinai imitando a la que ahora podía considerar su kohai en cierta forma —Si haces fuerza con los brazos para que baje— el shinai calló sobre el muñeco pesadamente, concretamente sobre la cabeza de este —Es como si estuvieras golpeando con un palo y si fuese una espada de verdad, en caso de que impactases, la clavarías tan hondo que correrías el riesgo de o bien atascar el arma o que esta se quiebre— explicó la joven que ahora reitraba el shinai del lugar de impacto —Debe ser más parecido a cuando tiras el anzuelo con una caña de pescar, el corte siempre debe estar proyectado hacia delante— prosiguió su explicación mientras se retiraba unos pasos del muñeco —Lo primero es echar los hombros hacia atrás— conforme hablaba Izumi iba recolocando su cuerpo —Colocar bien los pies— colocó el pie izquierdo ligeramente más atrasado, manteniendo una linea paralela imaginaria con su otro pie —Y meter riñones— mientras hacia todo eso, la joven adopto el chuudan kamae o guardia media, manteniendo el final mango del kunai frente al bajo vientre con ambas manos —Ahora cargas el golpe— lentamente elevo las manos quedando en la posición jodan —Y lo lanzas— con un leve movimiento toda la energía que tenía cargada en su postura se libero en un corte directo sobre el men que impacto y prosiguió hacia delante deslizándose suavemente hasta detenerse bajo el naka yui del shinai —¿Ves?— dijo mientras retiraba el arma para después alejarse un par de pasos y ofrecérsela a la joven con ambas manos —Inténtalo tú ahora—
—Lo siento, lo siento— se disculpó Izumi mientras el shinai caía al suelo de entre las manos de la otra kunoichi que se giró nerviosa en busca de quién la había asustado —perdona no pretendía asustarte— mostró la palma de las manos en señal de disculpa.
La pelirosa se esperaba una queja, una reprimenda, un algo... pero de los labios de aquella joven no salió palabra alguna. Solo la mirada de aquellos ojos color lavanda que parecían escrutarle el alma por un instante. Tras esto le dedico una reverencia que Izumi respondió al instante, un tanto confusa ante la falta de cualquier tipo de protesta. Acto seguido, buscó el shinai casi con desesperación ante la mirada de la Sanshoo. Lo tomó del suelo y se lo ofreció con ambas manos "¿Qué?" en un acto reflejo tomo el arma de práctica con ambas manos y respondiendo a la reverencia de la que se lo ofrecía .
A continuación, le señaló al muñeco de práctica, hizo un ademán de corte y tras esto, lo que parecía una suplica —No hace falta— aquella forma de pedirle que le mostrase un corte le resultaba un poco incómoda —de verdad— empujada por la actitud de la chica sin palabras, se situó frente al muñeco de práctica
—Lo que te quería decir, es que no se corta con los brazos— la joven movió el shinai imitando a la que ahora podía considerar su kohai en cierta forma —Si haces fuerza con los brazos para que baje— el shinai calló sobre el muñeco pesadamente, concretamente sobre la cabeza de este —Es como si estuvieras golpeando con un palo y si fuese una espada de verdad, en caso de que impactases, la clavarías tan hondo que correrías el riesgo de o bien atascar el arma o que esta se quiebre— explicó la joven que ahora reitraba el shinai del lugar de impacto —Debe ser más parecido a cuando tiras el anzuelo con una caña de pescar, el corte siempre debe estar proyectado hacia delante— prosiguió su explicación mientras se retiraba unos pasos del muñeco —Lo primero es echar los hombros hacia atrás— conforme hablaba Izumi iba recolocando su cuerpo —Colocar bien los pies— colocó el pie izquierdo ligeramente más atrasado, manteniendo una linea paralela imaginaria con su otro pie —Y meter riñones— mientras hacia todo eso, la joven adopto el chuudan kamae o guardia media, manteniendo el final mango del kunai frente al bajo vientre con ambas manos —Ahora cargas el golpe— lentamente elevo las manos quedando en la posición jodan —Y lo lanzas— con un leve movimiento toda la energía que tenía cargada en su postura se libero en un corte directo sobre el men que impacto y prosiguió hacia delante deslizándose suavemente hasta detenerse bajo el naka yui del shinai —¿Ves?— dijo mientras retiraba el arma para después alejarse un par de pasos y ofrecérsela a la joven con ambas manos —Inténtalo tú ahora—