21/04/2017, 16:01
¡Cuál sería su sorpresa al enterarse de que, oh, estaba ante nada más y nada menos que un miembro de su propia estirpe! Akame no pudo contener una sonrisa —no fría y meditada como la que siempre vestía, sino sincera y cálida— al darse cuenta de la pequeñísima probabilidad que había de que una cosa así sucediese. Y, además, decía ser de su propia Aldea.
El chico extendió la mano, buscando estrechársela, y Akame estuvo a punto de hacerlo... Pero entonces se detuvo. «No lleva bandana, y justo dice que es Uchiha después de que yo lo haya hecho...»; ciertas alarmas —bien programadas— en su cerebro empezaron a activarse. Era demasiado raro. Demasiado improbable. La sonrisa se le heló en los labios y perdió su calidez, pasando a ser la mueca fría e inexpresiva de siempre.
—Encantado, Ralexion-kun —respondió, sin moverse del sitio—. Así que Uchiha... ¡Qué coincidencia! Dime, ¿cuántas aspas tiene tu Sharingan?
El chico extendió la mano, buscando estrechársela, y Akame estuvo a punto de hacerlo... Pero entonces se detuvo. «No lleva bandana, y justo dice que es Uchiha después de que yo lo haya hecho...»; ciertas alarmas —bien programadas— en su cerebro empezaron a activarse. Era demasiado raro. Demasiado improbable. La sonrisa se le heló en los labios y perdió su calidez, pasando a ser la mueca fría e inexpresiva de siempre.
—Encantado, Ralexion-kun —respondió, sin moverse del sitio—. Así que Uchiha... ¡Qué coincidencia! Dime, ¿cuántas aspas tiene tu Sharingan?