25/04/2017, 02:21
La pelirrosa se apresuró a revisar sus manos y a preguntarle si le dolía. Taeko agitó la cabeza, negando enérgicamente primero y luego asintiendo levemente, intentando expresar que solo le dolía un poco. Sus dedos estaban ligeramente enrojecidos, y le ardía la piel, pero no tenía molestia alguna en el interior de la mano. La chica comentó que podrían doler más después, a lo que la peliplateada reaccionó con una expresión de angustia, seguida de un suspiro de resignación.
”Siempre que no me moleste tanto al escribir…” pensó.
La espadachina sugirió dejar el entrenamiento por el día, a la vez que comentaba que la shinai se había astillado. Ambas cosas escandalizaron a Taeko, quien no supo qué le debía preocupar más: su poca capacidad de práctica de kendō o el que probablemente tendría que pagar por el equipo prestado.
Con pesar, tomó en ambas manos el arma que le tendía la pelirrosa, y le dedicó una lenta reverencia de agradecimiento. Luego se acercó al acantilado y depositó la shinai en el suelo, cerca de su mochila. Sacó entonces de ella su libretita y su carboncillo, y regresó con la chica mientras escribía algo. Al estar de nuevo frente a ella, le enseñó su nota, sin perder su expresión desanimada.
≫Disculpa las molestias. Me llamo Taeko.
Se había dejado llevar por el entusiasmo de entrenar y mejorar, como pocas veces. El haber salido de la Aldea la había llenado de energía, y en esa ocasión había pasado por alto el reflexionar bien las cosas. No sabía qué hacer en ese momento, si era mejor no continuar la práctica de la espada.
”Siempre que no me moleste tanto al escribir…” pensó.
La espadachina sugirió dejar el entrenamiento por el día, a la vez que comentaba que la shinai se había astillado. Ambas cosas escandalizaron a Taeko, quien no supo qué le debía preocupar más: su poca capacidad de práctica de kendō o el que probablemente tendría que pagar por el equipo prestado.
Con pesar, tomó en ambas manos el arma que le tendía la pelirrosa, y le dedicó una lenta reverencia de agradecimiento. Luego se acercó al acantilado y depositó la shinai en el suelo, cerca de su mochila. Sacó entonces de ella su libretita y su carboncillo, y regresó con la chica mientras escribía algo. Al estar de nuevo frente a ella, le enseñó su nota, sin perder su expresión desanimada.
≫Disculpa las molestias. Me llamo Taeko.
Se había dejado llevar por el entusiasmo de entrenar y mejorar, como pocas veces. El haber salido de la Aldea la había llenado de energía, y en esa ocasión había pasado por alto el reflexionar bien las cosas. No sabía qué hacer en ese momento, si era mejor no continuar la práctica de la espada.
SILENCE
〘When deed speaks, words are nothing.〙
"Pienso" (thistle) ❀ ≫Escribo (orchid)
¡Visita El rincón de traducción de Taekūran!
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